
El gobierno de Estados Unidos anunció esta semana que pondría en práctica nuevas medidas de inmigración para controlar de manera más estricta el flujo de indocumentados. Según las nuevas directrices anunciadas por la administración de Trump, los agentes migratorios del país tienen ahora –entre otras cosas– la potestad de exigir a cualquier inmigrante indocumentado que presente pruebas fehacientes de que lleva residiendo en el país los últimos dos años y, de no hacerlo en el acto, enfrentaría una deportación exprés.
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Las nuevas medidas, que no son parte de la reforma migratoria prometida por la Donald Trump durante su campaña electoral, sí que recrudecen la situación de muchos inmigrantes en el país. Las mismas ponen sobre el inmigrante la carga de demostrar su estatus y defender sus derechos, liberando al estado de tener que demostrar que la situación de estos immigrantes es ilegal y, por si eso fuera poco, dándole el derecho al gobierno de deportar a aquellos que no cumplan con las nuevas reglas de manera inmediata y sin pasar por un juzgado.
Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre las nuevas normativas impuestas por el Departamento de Inmigración y lo que puedes hacer para protegerte.
El gobierno ha impuesto nuevas estipulaciones a sus normativas migratorias que hacen más sencillas las deportaciones.
Hasta la semana pasada, las deportaciones exprés sólo podían realizarse si un indocumentado se encontraba a menos de 160 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y méxico y llevaba menos de dos semanas en el país. Ahora, con las nuevas normas adoptadas, cualquier indocumentado que no sea capaz de probar en el momento de su detención que lleva viviendo en el país durante los últimos dos años, podrá ser deportado sin tener que presentarse frente a un juez y sin tener derecho a ser defendido por un abogado.
Varias instituciones ya han anunciado que van a denunciar al gobierno por la implantación de esta normativa.

Entre ellas está la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). La organización ha asegurado que va a llevar estas nuevas medidas a los tribunales por considerarlas inconstitucionales. El Departamento de Inmigración las ha aprobado sin pasar por el Congreso, de la misma manera que hicieron con la normativa que fuerza a los migrantes que buscaban pedir asilo en Estados Unidos a hacerlo antes en un "tercer país seguro", con lo que la administración Trump ha ido poco a poco implantando su agenda en el tema de inmigración de manera totalmente unilateral.
Por eso, la ACLU y otras organizaciones parecen dispuestas a ponerle un freno a estas mediadas denunciandolas ante las cortes competentes. "Bajo esta nueva normativa, un inmigrante que lleve en el país varios años podría ser deportado con menos respeto a sus derechos que el que se muestra en las cortes que lidian con las multas de tráfico", explicó Omar Jawdat, director de la ACLU.
Podrían acabar pagando justos por pecadores.

Con este proceso expeditado no se tiene el tiempo necesario para hacer las averiguaciones consecuentes en cada caso. Según la normativa, inmigrantes que lleven muchos años en Estados Unidos, pero que por su condición de indocumentados se hayan mantenido en la clandestinidad (sin poner cuentas de banco a su nombre, o cuentas de servicios de luz o agua en el hogar, etc.) no tendrían forma de probar el tiempo que llevan en el país y podrían verse deportados sin ningún tipo de derecho a defensa. Podría darse, incluso, el extremo de que un inmigrante legal o en proceso de conseguir sus papeles, fuera detenido y no pudiera probar el tiempo que lleva en el país, con lo que también estaría sujeto a una deportación exprés.
Los expertos explican las medidas que puedes tomar para protegerte.
Por suerte, hay medidas que puedes tomar para intentar protegerte ante una de estas posibles detenciones exprés. Los expertos, como las abogadas Alma Rosa Nieto y Paola Chavarro, han revelado las formas en las que podemos intentar evitar estas restrictivas nuevas medidas.
Lo primero que debes hacer es llevar siempre encima tu documentación original. Lo importante en estos casos es el momento en el que se hace el requerimiento por parte del agente de inmigración, por lo que tu tarjeta de residencia o tu visa de trabajo en casa no te beneficia para nada e, incluso, podría costarte la deportación.
Además, deberías llevar siempre encima prueba de que llevas más de dos años en el país. Ya sean facturas de servicios del hogar, como el de la compañía de electricidad o de gas, fechados hace más de dos años, o de cuentas de banco, tarjetas de crédito, etc.
Estos documentos deben ser los originales y siempre en papel. La primera directriz de los agentes de inmigración al detener a alguien es la de requisarle los dispositivos electrónicos al detenido. Por lo tanto, emails o acceso a tus cuentas online tampoco te ayudarán en dicho momento.
Por último, recuerda que los agentes de ICE y del Departamento de Inmigración no son como las autoridades policiales. Por ejemplo, no tienen derecho de entrar en tu propiedad privada, ni siquiera pueden conseguir órdenes judiciales para ello, como sí es el caso de la policía. Por lo tanto, siempre que estés en tu casa o en tu propio auto, estarás a salvo.
Sin embargo, Chavarro no recomienda esconderse ni dejar de hacer una vida normal, simplemente conocer tus derechos e intentar seguir las nuevas reglas al pie de la letra.
El pueblo ayuda a los suyos y luchan juntos contra estas nuevas medidas.
En los últimos días se están repitiendo las imágenes por todo el país en las que los ciudadanos se ayudan unos a otros en momentos delicados. Es ese apoyo entre las personas lo que de verdad puede traer un cambio sustancial, como ocurrió en Nashvile, Tennessee, cuando unos agentes de ICE intentaron arrestar a un hombre y a su hijo justo antes de entrar en su casa. El señor se mantuvo en su auto a pesar de las mentiras de los agentes, que aseguraban tener órdenes judiciales para su detención –algo que no es posible bajo la ley. El barrio entero salió al rescate de esta familia, aportando provisiones mientras estaban en el auto y, finalmente, creando un cordón humano para que pudieran entrar en su casa.