Es bien sabido que el amor propio se refleja en tu autoconfianza y seguridad ante los retos de la vida. Pero, cuando desvías el camino, en automático comienzas a hacer cosas para sabotear tu felicidad y tu tranquilidad. Sin darte cuenta, te lastimas de maneras inimaginables, a veces en nombre del amor, a veces en nombre de la vida y a veces solo por dependencia o porque lo consideras "normal". Lo terrible es que al final, casi siempre terminas con un vacío y haciéndote la tan conocida pregunta: ¿Por qué a mí? Quizá no te hayas dado cuenta, pero es posible que te estés haciendo daño siendo tú tu peor enemiga. Así que lee esto porque te puede ayudar mucho.
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Tu autoestima es algo que depende de como te trates a ti misma y entre más te ames, mejor será tu calidad de vida y la de los que te rodean. Construir esa autoestima depende mucho de que te apruebes, de que te aceptes y de que te valores. Y es por ello que debes tener muy claro que nadie mas que tu puede hacerlo por ti.
Nunca olvides esto: El amor propio comienza con el respeto que te tengas. Si te criticas constantemente, si te sientes poco merecedora y además te comparas con los demás, es muy claro que tienes una muy baja autoestima. Comienza por identificar las formas en las que te demuestras poco amor y sigue estos consejos para cambiar el chip.
Siempre te arruinas tus momentos de éxito o de crecimiento.
En una ocasión, una paciente me platicó que la iban a ascender de puesto en su trabajo y tenía que llegar a una junta muy importante. Justo ese día, olvidó poner su alarma para despertar y llegó dos horas tarde a la junta. Por supuesto no hubo ascenso.
Reconoce tu miedo al éxito y haz todo lo que esté en tus manos para sentir que lo mereces.
Crees que eres incapaz de lograr un crecimiento en tu vida. Te resignas a creer que tienes un límite y no te das la oportunidad de explorar más allá. Si lo imaginas es porque lo puedes tener. Solo habla con tu niña interior, decreta, imagina y hazle saber que lo merece.
Haces lo que sea con tal de ser aceptada por tus amigos, por tu familia o por tu pareja.
Aun en contra de tus convicciones o de tus principios, no te importa traicionarte a ti misma con tal de sentirte aceptada por otros. Le das mucho más peso a sentir la aprobación de los que te rodean, al grado de cometer acciones con las que no estás de acuerdo.
Aprende a decir “no” y aplícalo progresivamente a tu vida.
Hazte caso, cuando algo no te gusta no tienes porque ceder. Si pones límites estás mostrándote que te quieres porque es una manera de escucharte y de no traicionarte. Si te cuesta trabajo decir “no”, comienza poco a poco.
Permites que otros decidan por ti, no quieres hacerte responsable de tu vida.
Aunque seas adulta, esta es una forma de permanecer siendo una niña que busca papás sustitutos que le digan qué hacer y que le resuelvan la vida. Si te impides madurar, jamás podrás probar las mieles de la libertad y vivirás atada a una infancia eterna.
Comienza tomando decisiones simples y siéntete capaz de aprender de tus errores.
Las decisiones que tomamos siempre nos enseñan algo importante. Sean decisiones adecuadas o no, te darán madurez y justo es lo que necesitas. Evita entonces consultar con otros cada paso que das y atrévete a hacer cosas sin preguntar o sin pedir siempre aprobación.
Permites que los demás abusen de ti y no les pones límites.
Permites que los demás sobrepasen tu integridad física o emocional. Abres la puerta a muchas actitudes que en el fondo sabes que no deberías recibir de otros y te justificas pensando que lo haces por amor o por llevar la fiesta en paz.
Escucha tus necesidades, pon límites y demuéstrate que tú también eres importante.
Evita dar el mensaje equivocado. Lo que haces al no poner límites es decir entre líneas que pueden hacer contigo lo que quieran. Si no te das un lugar especial en tu propia vida, los demás abusarán de ti con mucha facilidad.
Te niegas a recibir los elogios de la gente que te quiere y siempre rematas con una autocrítica.
Es posible que te sientas muy incómoda cuando alguien te brinda un reconocimiento. Ya sea que te elogien o te feliciten, de inmediato buscas la forma de quitarte la medalla. Algo así como: “Gracias, aunque sólo fue suerte”.
Aprende a recibir y aprende a lidiar con tu incomodidad al hacerlo.
Cuando recibes un regalo, un elogio o una felicitación, estás recibiendo el derecho que tienes a ser reconocida. Sabes que te lo mereces y te sientes orgullosa de ti. Descubre cual es el motivo de fondo por el cual te cierras a esta posibilidad.
Crees que el maltrato es una muestra de amor y por lo tanto lo permites.
Tienes un concepto muy equivocado del amor. Sueles relacionarte con parejas dominantes y te sientes protegida cuando en realidad te quitan identidad. El amor no es control y necesitas cambiar la perspectiva.
Reconoce en qué episodio de tu vida confundiste el dominio con amor y recapacita sobre ello.
Descubre el origen de tu percepción distorsionada sobre el amor. Si permites que alguien domine tu vida es porque quizá así lo aprendiste en tu historia de vida. Debes tomar nuevas decisiones y tomar la responsabilidad de tu vida, modificando lo que aprendiste en el pasado.
Solo resaltas tus defectos, tu discurso se basa en la autocrítica y tu dialogo interior también.
Es como si una vocecita te señalara todo el tiempo tus errores. Tiendes a mirarte al espejo y criticar tu imagen, no te aceptas y en ocasiones quisieras ser otra persona. Es posible que tiendas a compararte con otros.
Haz una lista de todas tus cualidades y léela durante un mes antes de dormir.
Prácticamente necesitas hacerte un recordatorio diario de tu potencial, se trata de cambiar el mal hábito que tienes de criticarte por todo. Si bien es cierto que todos los seres humanos tenemos defectos, también tenemos muchas virtudes y es ahí donde te debes enfocar.
Tienes adicciones que dañan tu vida o tu cuerpo y por lo tanto descuidas tu salud.
Una manera de mostrarte amor es cuidando de tu salud física y mental. Si tienes adicciones que sabes que dañan a tu organismo, definitivamente estas atentando contra tu ser y contra tu vida. Por supuesto que esto no es amor.
Busca ayuda profesional y acude a un grupo de para que puedas superar tu adicción.
Puede ser una adicción a una sustancia, al cigarro, a las drogas o a una relación codependiente. Lo importante es que primero reconozcas que necesitas ayuda y te atrevas a buscarla. Si no puedes superarlo sola, hay profesionales y acompañantes que te pueden ayudar en tu proceso.
Jamás defiendes tus puntos de vista y cambias de opinión muy fácilmente por temor a ser rechazada.
Pones en duda tu criterio y tu opinión ante ciertas cosas. Sabes que estás en lo correcto y aún así cedes con tal de no perder a tu pareja o a tus amigos. Una cosa es que no quieras batallas innecesarias y otra es que descalifiques tu propio punto de vista.
Todos los días al mirarte al espejo, debes decirte a los ojos: “Puedes ser tú misma".
No te pido que estés a la defensiva, pero si es importante que fortalezcas tu criterio dando puntos de vista firmes y determinantes. No temas plantear tus argumentos y piensa que, si te das un lugar importante, también los demás lo harán.
Culpas a otros de todo lo que te pasa y te victimizas por todo.
Es la peor forma de odiarte a ti misma ya que no quieres hacerte responsable de las decisiones que has tomado en tu vida. Si has tenido una historia difícil, eso no quiere decir que no puedas superarlo. Depende de ti así que deja de victimizarte.
Cada que te descubras en rol de víctima, pregúntate: ¿Cómo es que estoy generándome esto?
Nada de lo que ocurre en tu vida es casualidad, en algo estás cooperando para que te suceda, tanto lo bueno como lo malo. Así que deja de lado las quejas y descubre cuáles son las acciones o pensamiento con los que propicias tus malas rachas.
Envidias a otros y te la pasas comparando tu vida con la de los demás.
No te valoras, no disfrutas tu vida y siempre te lamentas por que te sientes inferior y hasta llegas a sentir envidia por lo que otros tienen y tu no.
Piensa y repasa todas las bendiciones que la vida te ha regalado.
Te aseguro que con este ejercicio valorarás muchas cosas que la vida te brinda. Pondrás los reflectores en el lugar indicado y dejarás de desear lo que otros tienen cuando reconozcas lo valiosa que es tu vida.