¡Cassidy Hopper está feliz porque por fin tendrá una nariz!

Cassidy Hoppernació sin ojos y sin nariz. Ella canta, lee e inclusive corre con ayuda de una cuerda conductora. Años de ser diferente le han enseñado a no rendirse y pronto uno de los momentos más emocionantes de su vida podría hacerse realidad.

Hopper ahora tiene 17 años y está más que feliz, ya que por medio de una compleja cirugía planeada para la próxima semana podrá lucir algo que todas nosotras damos por sentado en nuestro rostro: una nariz.

Lee más en ¿Qué más?: Nace la sobrina de Jenni Rivera, hija de su hermana Rosie

Cassidy nació con una condición que dejó a los doctores perplejos, especialmente porque todo lo demás en su cuerpo funciona a la perfección. Su cerebro funciona normal y su corazón es sano. No tiene ningún otro problema de salud.

La ahora adolescente atravesó desde los 11 años por múltiples cirugías para adaptar su rostro y finalmente entrar a esta etapa final.

"¡Tendré una nariz real como todos los demás!" dijo Cassidy.

Su cirujano, el  doctor David Matthews ha trabajando con ella en los últimos 5 años. Expandió su rostro y abrió un espacio para colocar un pedazo de hueso en su frente. Esto permitirá apostarle una nariz construida por medio de un hueso originario de sus costillas.

Lo que yo aprendo de esta historia es que la gente no necesita aparentemente una nariz para respirar o tener olfato. Es una parte del rostro que tiene una función interna y no se necesita al 100% para ser eficiente.

Cassidy también usó ojos prostéticos en el pasado, pero cada uno costaba 5 mil dólares por lo que su familia no pudo continuar pagándolos. Susan, la mamá de Cassidy, reveló que aunque el seguro paga 80% de las cirugías, el 20% debe salir de su bolsillo y no me quiero ni imaginar la cantidad de ceros que tienen esos cheques. La familia creó un sitio para todos aquellos que quieran apoyar con una donación en  www.CassidyHooper.org.

Aunque esta joven ha pasado por una experiencia de vida sin duda diferente, me imagino que el mayor reto de todos es el social. Ella asiste a una escuela especializada en niños ciegos y por lo que muestra el vídeo se ve contenta como cualquier otro chico.

Cuando leo historias así no puedo evitar sentirme profundamente afortunada de lo que tengo. Tengo mis dos brazos, mis dos piernas y todos mis sentidos perfectos. Qué valentía de esta chica de salir adelante, estudiar y aspirar a tener un trabajo y tomar el transporte público por sí misma.

Yo no soy muy religiosa, pero estoy segura que cuando nos mandan con alguna desventaja -puede ser emocional o física-, también nos mandan acompañados del mejor equipo para salir adelante y con las fuerzas necesarias para ser felices con lo que tenemos.

Embedded content: http://youtu.be/uzATvc_s4-s

Imagen vía YouTube