Bajó 300 libras para rendirle homenaje a su padre muerto ¡Impresionante!

La historia de transformación de Rich Branscum no es como ninguna otra. El joven tenía sólo 17 años cuando su médico le dijo que no llegaría a los 21 si continuaba con su estilo de vida daniño. Y es que, aunque sólo era un adolescente, Branscum ya pesaba 455 libras. Hoy, seis años más tarde, el estudiante universitario, no sólo logró perder 300 libras, sino que también se ha convertido en un fisiculturista. 

Las impactantes imágenes del antes y el después hay que verlas para crearlas. 

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Pero, ¿cómo lo hizo?

Antes de contarte, es importante que sepas cómo fue que comenzaron los problemas de sobrepeso de Branscum porque creo que es algo con lo que muchas personas se pueden identificar. Resulta que su papá padecía de una diabetes tan severa que perdió la vista cuando Branscum tenía un año. Aún así, era un padre ejemplar y el muchacho lo adoraba. Lamentablemente, la salud del señor deterioró y un día su hijo llegó a casa y o encontró muerto en la cocina. 

El impactó de su muerte fue tan profundo que Branscum buscó consuelo en la comida–un escape que muchos con problemas de peso conocen de cerca. Poco a poco y gracias a toda la porquería que comiá, terminó obeso. Cuando el médico le advirtió que terminaría muerto sino hacía un cambio drástico en su vida, Branscum se dio cuenta que tenía una sola opción si quería seguir vivo.

Así, comenzó a ir al gimnasio todos los días, eliminó todo los excesos de su dieta y se armó de paciencia y perseverancia. Poco a poco, comenzó a peder las libras y ver los cambios. Con el tiempo, estar saludable se convirtió en una especie de obsesión. 

Me puedo imaginar perfectamente bien lo orgulloso que se debe sentir de sí mismo después de lo que ha logrado, pero Branscum dice que sabe que el que está verdaderamente orgulloso de él es su padre, a quien siente a su lado todo el tiempo. ¡Y yo le creo!

Imágenes vía Facebook/Rich Branscum