Mentiras y verdades que las latinas debemos saber del cáncer de seno

Todavía estamos celebrando en Estados Unidos el Mes de Concientización Nacional del Cáncer de Seno. Es un buen momento para reflexionar acerca de los mitos del cáncer de seno que existen en la comunidad hispana. A menudo estos mitos no nos permiten tomar las acciones necesarias para reducir los riesgos del cáncer de seno en nuestra comunidad.

El cáncer de seno es el más común entre las mujeres hispanas de Estados Unidos. Según informa el Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en inglés), las mujeres hispanas tienen menos probabilidad de padecer cáncer de seno que las mujeres blancas no hispanas. Sin embargo, las mujeres hispanas tienen más tendencia  a morir a causa de esta enfermedad que las mujeres blancas no hispanas.

Esto sucede porque el diagnóstico del cáncer de seno en las mujeres hispanas con frecuencia se realiza cuando el cáncer ya está en etapas muy avanzadas. En nuestra comunidad, por muchas razones, las mujeres no acuden al médico hasta que se sienten muy mal de salud.

Estos son cinco de los mitos más comunes sobre el cáncer de seno que ponen nuestra salud en peligro:

Mito: No vale la pena hacer nada al respecto porque el cáncer es una sentencia a muerte__.
Realidad:__ Hoy en día un diagnóstico de cáncer de seno no es una sentencia a muerte. Según el NCI, el número de muertes a causa del cáncer de seno ha estado dismininuyendo desde 1990. Ahora existen tratamientos más efectivos. Cuando el cáncer de seno se descubre en sus etapas iniciales existen más probabilidades de vencer esta enfermedad. Por eso, es importantísimo hacerse el autoexamen todos los meses y la mamografía a partir de los 40 años de edad. 

Mito: No tengo que hacerme el autoexamen de seno porque soy muy joven.
Realidad: Desafortunamente el cáncer de seno también ataca a las mujeres jóvenes. Las mujeres jóvenes que padecen de cáncer de seno tienen la tendencia a padecer cánceres más agresivos. Por esta razón, todas las mujeres partir de lo 20 años de edad deben examinar sus senos ellas mismas todos los meses. Si descubren una anormalidad en sus senos, entonces deben acudir al médico inmediatamente.

Mito: No tengo que hacerme la mamografía porque en mi familia a nadie le ha dado cáncer.
Realidad: Es cierto que el riesgo de cáncer de seno aumenta cuando existe un historial de cáncer en la familia. Pero esto no quiere decir que debes ignorar las pruebas si en tu familia no hay un historial de esta enfermedad. La realidad es que la mayoría de los casos de cáncer de seno ocurren en mujeres que no tienen un historial de cáncer en su familia.

Mito: No siento ningún síntoma en mis senos, por lo tanto no tengo que preocuparme por hacer las pruebas.
Realidad: El cáncer no siempre presenta síntomas, especilalmente en sus primeras etapas. Aunque te sientas bien, debes hacer las pruebas que te corresponden de acuerdo a tu edad como el autoexamen y la mamografía.

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Mito: Yo no puedo hacer nada para evitar esta enfermedad, por lo tanto, ni siquiera voy a pensar en ello.
Realidad: Es verdad que no existe una vacuna contra el cáncer ni una sola estrategia que pueda asegurar que no padecerás de esta enfermedad. Pero esto no quiere decir que no puedes hacer nada para reducir los riesgos del cáncer de seno. Además de las pruebas de detección, también puedes mejorar tu salud en general para disminuir los riesgos de cáncer. El NCI recomienda que dejes de fumar, comas al menos cinco raciones de frutas y vegetales al día, y hagas ejercicios al menos tres veces a la semana.

En estos últimos días del mes, hagamos un compromiso con nosotras mismas de cuidar la salud de nuestros senos. Aprendamos a hacer el autoexamen todos los meses. Y cuando nos llegue el momento de acuerdo a la edad, acudamos al médico para que nos hagan una mamografía.

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