Hace poco le contaba a un amigo –con un poco de vergüenza- que soy una mujer súper miedosa. Esto viene desde que era niña, pues hasta los 9 años dormía con mi mamá. La sola idea de dormir en mi cuarto solita ¡me aterraba! Y aunque pensé que, eventualmente, se me quitaría el miedo, la realidad es que ese día nunca llegó. Hasta la fecha, si mi marido sale de viaje, yo no puedo dormir si no es con la televisión encendida, porque de otra manera me dan ataques de pánico. Por eso, me llamó mucho la atención un reciente estudio, que sugiere que las personas que tienen insomnio, le tienen miedo a la oscuridad. Y es que, da la coincidencia, que ¡yo sufro de insomnio y también le tengo miedo a la oscuridad! Así que el hallazgo realizado por unos investigadores de Toronto, no me suena del todo descabellado.
Los resultados de esta investigación, fueron presentados en el contexto de la reunión anual de la Associated Professional Sleep Societies en Boston, y lo más interesante de todo, es que se trata del primer estudio en hacer una relación entre el miedo a la oscuridad y las personas que sufren de insomnio, como lo señala la cadena ABC News. Para llegar a esta conclusión, los científicos examinaron a 100 estudiantes de educación superior -entre los que se encontraban personas con y sin problemas para dormir- a quienes se les monitoreó los movimientos de los músculos de sus ojos mientras dormían, al mismo tiempo, en el que se les exponía a sonidos inesperados cuando las luces estaban encendidas o apagadas.
Así, los investigadores hallaron, que las personas que tenían problemas para dormir, se inquietaban más fácilmente por los ruidos y sus reacciones eran aún más exageradas en la oscuridad. Y conforme pasaba el tiempo –mientras las personas sin problemas de sueño, podían acostumbrarse cada vez más a los ruidos– los que tenían problemas para dormir, se volvían cada vez más ansiosos y asustados cuando escuchaban ruidos en la noche.
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En fin, al parecer, todo apunta, a que yo pertenezco al grupo de los que tienen este trastorno. Pues si escucho un ruido durante la noche –por mínimo y lejano que éste sea- me basta para mantenerme despierta toda la noche, creyendo que o un "fantasma" está por presentarse ante mis ojos o, lo que es peor, un delincuente ¡se acaba de meter a mi casa! Ahora veo, que si quiero volver a dormir, tendré que ir a una terapia, porque no creo que cuando tenga hijos, éstos se sentirán muy seguros sabiendo que su mamá ¡es más miedosa que ellos! ¿Te imaginas? ¡Qué vergüenza!
¿Tú le tienes miedo a la oscuridad? ¿Tus hijos tienen problemas para dormir?
Imagen vía Thinkstock