Amiga, cuando veas lo fácil y saludable que es esta receta de leche de avena, la vas a adorar. Me la dio Claudia León, una amiga venezolana quien vive en Lima, Perú y tiene un cuerpo espectacular, incluyendo un abdomen que más bien parece una mesa de planchar, porque cuida todo lo que se come y está dedicada a crear recetas sencillas para que el resto de las mortales podamos imitarla. Sigue leyendo para veas que no tiene ciencia y prepárate para los resultados que da esta leche de avena porque ¡son inmediatos!
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Me cuenta Claudia, que esta receta no tiene desperdicio, porque hasta el bagazo de la avena se aprovecha para hacer galletas. Esta leche es maravillosa para quienes sufren de intolerancia a la lactosa. Si vas a dársela a tu hijo, como sustituto de la leche de vaca, consulta con tu pediatra primero.
Leche de avena
Rinde para 1 litro (4 tazas) aproximadamente
Ingredientes
1 taza de hojuelas de avena cruda
3-4 tazas de agua
12 almendras o cualquier otra nuez (opcional)
Canela molida al gusto
Esencia de vainilla al gusto
Estevia al gusto (o tu endulzante favorito)
Preparación:
- Deja remojando la avena y las almendras por separado con suficiente agua durante toda la noche (mínimo 7 horas).
- A la mañana siguiente cuela la avena y las almendras y desecha el agua en que se remojaron.
- Enjuaga con agua corriente.
- Coloca la avena y las almendras en el vaso de una licuadora con las 3-4 tazas de agua (la cantidad de agua dependerá de la consistencia que quieras que tenga la leche de almendras). Agrega la canela, vainilla y el endulzante a tu gusto.
- Licúa a toda velocidad hasta que todos los ingredientes se hayan molido.
- Cuela en colador de tela y guarda tu leche de avena en el refrigerador en frascos de vidrio máximo por 3 días.
Puedes seguir a Claudia a través de Twitter o Instragra, donde la consigues como @ClauLeonZ. Siempre tiene unos tips buenísimos.
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Imagen vía @ClauLeonZ
