Cada vez están más de moda las dietas anti-aging o antienvejecimiento, debido al gran sustento científico que existe detrás de las dietas saludables para aplazar el paso del tiempo en nuestro aspecto. Y es que, de acuerdo a varios estudios, la ingesta de ciertas vitaminas y minerales, ayuda a retrasar el envejecimiento y contribuye a la prevención de enfermedades como el cáncer, el Alzheimer o la degeneración macular.
Más en MamásLatinas: Alimentos ricos en vitamina C que deberíamos consumir y dar a nuestros hijos
Gran parte de estas investigaciones, se ha basado en el importante papel que juegan los antioxidantes, los cuales se encuentran en varios alimentos y se encargan de neutralizar los efectos negativos de los radicales libres ¿Cómo nos afectan estos últimos? Cuando se encuentran en concentraciones altas pueden dañar las células de nuestro organismo e incluso provocar cambios en el ADN, lo cual se traduce en una mayor propensión a enfermedades y en envejecimiento prematuro.
Los radicales libres se forman de manera natural en nuestro organismo, durante procesos comunes, como el metabolismo, o debido a factores ambientales, como la contaminación o la exposición al cigarrillo. La buena noticia es que nuestra alimentación podría ayudarnos a regular la acción de estas moléculas. Aquí te decimos qué vitaminas y minerales te ayudarán a retrasar el envejecimiento y a estar más saludable.
La vitamina A es tu aliada contra el envejecimiento.
Esta es una excelente aliada para la piel, ya que previene la flacidez y la aparición de arrugas</a>; y se le ha asociado con un efecto protector contra los rayos ultravioletas. Por si fuera poco, la vitamina A, también es responsable de la salud ocular y de fortalecer el sistema inmunológico. Se encuentra en alimentos como el salmón, las hortalizas de hojas verdes, el brócoli, la zanahoria, el melón, el mango, los cereales y los productos lácteos. En suplementos dietéticos se encuentra como acetato de retinilo o betacaroteno. No es difícil encontrarla, ya que la mayoría de suplementos la contienen.
La vitamina C es uno de los antioxidantes más importantes para evitar el envejecimiento.
También es conocida como ácido ascórbico y es que el cuerpo necesita de esta vitamina, ¡para producir colágeno! Por otra parte, protege el sistema inmunológico y favorece la absorción del hierro. Debido a que el organismo no la sintetiza de manera natural, es importante obtenerla a través de nuestra alimentación o mediante suplementos. Según estudios, las fuentes naturales más ricas de vitamina C, provienen de frutas y vegetales como el perejil, las frutas cítricas, el ají picante, la guayaba o la grosella negra. El brócoli, las fresas, el melón y los tomates, también son fuente de vitamina C.
La vitamina D es esencial para la salud de nuestros huesos.
Esta vitamina facilita la absorción del calcio y es una gran aliada de la piel, ya que la protege del daño de los rayos ultravioletas. Entre sus otras funciones se encuentran, promover el buen funcionamiento del sistema muscular, del sistema nervioso y del sistema inmunológico. Algunos estudios, la han asociado con la prevención del cáncer de piel, aunque las investigaciones no son concluyentes. Esta vitamina se puede encontrar en alimentos como el salmón, el atún, el queso, la yema de huevo, los hongos, la leche o los cereales fortificados. Otro dato importante, es que la piel produce vitamina D, de manera natural, cuando nos exponemos al sol.
La vitamina E es casi mágica en sus beneficios.
Algunos estudios sugieren que la ingesta de vitamina E ayuda a prevenir enfermedades de la vista y evita la degradación oxidativa de los lípidos, lo cual está ligado al cáncer. Entre otros beneficios, se encuentran su acción antioxidante (nos protege de los radicales libres) y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Otra de sus funciones es la de evitar la formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos; y en términos de belleza, se cree que podría ayudar a la prevención del acné, el melasma, la psoriasis e incluso, a protegernos contra el cáncer de piel. Las fuentes más ricas de vitamina E son las nueces, las espinacas, los granos enteros, el aceite de oliva y el aceite de girasol.
El selenio es esencial para el funcionamiento de la tiroides.
Es un micromineral antioxidante que se ha relacionado, sobre todo, con el funcionamiento de la glándula tiroidea, la cual se encarga de regular el metabolismo para mantener al cerebro, el corazón y los músculos, en óptimas condiciones. También se encarga de la producción de ADN y de proteger al organismo de los daños causados por los radicales libres. Se encuentra en mariscos, carne roja, carne de ave, huevos y lácteos; así como en pan y cereales. Aunque la mayoría de las personas obtienen las cantidades idóneas de este mineral, a través de su alimentación, también puede ser adquirida a través de suplementos, los cuales se encuentran en el mercado bajo el nombre de selenometionina o selenato de sodio.
El zinc es otro poderoso antioxidante.
Al zinc se le atribuye la cicatrización de las heridas, el buen funcionamiento del sentido del gusto y del olfato, y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Asimismo, algunas investigaciones sostienen que el zinc, ayuda a mantener la piel saludable y a fortalecer el cabello; así como a evitar llagas alrededor de los ojos y en la piel. La mejor fuente de zinc, son las ostras; le siguen los mariscos como el cangrejo y la langosta, las carnes de ave, las carnes rojas y los cereales integrales. Este mineral se puede encontrar en casi todos los suplementos multivitamínicos, también se vende solo, o combinado con calcio, magnesio u otros activos.
El cobre tiene funciones rejuvenecedoras.
Es un mineral metálico que se encuentra en todos los tejidos del cuerpo y que, en los últimos años, ha ganado mucha popularidad, debido a sus supuestas propiedades rejuvenecedoras. Y es que, se le ha relacionado con la prevención de arrugas, con el fortalecimiento del cabello y con el tratamiento de las cicatrices. “El cobre es tan importante como el retinol y los ácidos alfa-hidroxi, cuando se trata de luchar contra los signos del envejecimiento”, señala a la revista SELF, la Dra. Ellen Marmur, profesora de dermatología de la Escuela Médica Mount Sinai, en Nueva York. ¿Dónde lo podemos encontrar? En frijoles, papas, cocoa, frutos secos, pimienta negra, nueces, granos enteros y ostras.
Otra poderosa fuente antienvejecimiento es el colágeno.
Finalmente, otro de los elementos que tienen que estar en tu dieta "anti-aging" (sí o sí) es el colágeno. Esta proteína, que se encuentra de manera natural en los tejidos conectivos del cuerpo, es la encargada de –entre otras cosas– darle elasticidad y resistencia a la piel, evitando así la aparición de arrugas. Este lo puedes encontrar en alimentos ricos en vitamina A y C, en las carnes rojas, en los pescados; en los vegetales como el brócoli, la col, el betabel, los pimientos rojos, el té, los frutos secos, el ajo y la cebolla. Asimismo, puedes obtenerlo a través de suplementos alimenticios que, en su mayoría, vienen en polvo o tabletas, bajo el nombre de colágeno hidrolizado.
*Descargo de responsabilidad: Los consejos sobre MamásLatinas.com no sustituyen la consulta con un profesional médico o el tratamiento para una condición específica. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud sin consultar a un profesional calificado. Por favor contacta a tu médico si tienes preguntas o alguna preocupación.