¿Tienes un clóset del tamaño de un dormitorio? Un 99.99999% de las mujeres responderán que no. Entre ellas me incluyo. Por eso es tan importante sacar de nuestros armarios ciertas prendas de ropa que, no solo ocupan el muy necesario espacio, sino que además son dañinas para la salud. ¡En serio!
Así que, antes de empezar a leer, te recomiendo que agarres una caja o una bolsa grande, pues estoy segura que al terminar irás directo a tu clóset.
Lee más en ¿Qué más?: Cómo mantener un clóset ordenado y perfecto1. Lo que te queda apretado. La ropa apretada es malísima para la circulación. No hay cómo darle la vuelta a esta realidad. Eso por no hablar de como nos queda. Ya sea ropa interior o esos jeans que no te puedes cerrar si no te acuestas en la cama. Todas esas prendas nos hacen ver más gordas de lo que estamos.
2. Lo que está roto. Sí, yo sé que ese pijama lo tienes desde hace mil años y que la tela es suavecita, pero TIENE que ir a la basura. Nadie se ve o se siente bien en ropa agujereada. Aunque sepas que nadie se va a dar cuenta, el miedo está ahí y si estás incómoda no te vas a ver bien.
3. Lo que está manchado. ¿Sabes ese vestido al que le quedó una mancha de grasa? Pues debe salir de tu clóset y no regresar a menos que la mancha haya desaparecido. No importa si te hace el cuerpo como el de Miss Universo.
4. Lo que está pasado de moda. Las modas tardan, por lo menos, cinco años en regresar. ¿No crees que cuando el neón vuelva a ser tendencia podrás comprate otros pantalones amarillos fosforecentes?
5. Lo que no te gusta. Tu abuelita te regaló esa blusa de flores. Te compraste un top carísimo porque estaba de moda, pero lo odias. No importa. Si no te gusta la ropa, sea como sea que haya llegado a tu clóset, tienes que salir de ella. No te vas a sentir bien, ni cuando la veas, ni cuando te la pongas.
Imagen vía Thinkstock