Me encantó ver a Geraldine Bazán toda arreglada y convertida en una verdadera diva por primera vez, después de dar a luz a su segunda hija Alexa Miranda. Aunque nosotras la hemos visto regia desde los primeros días, estoy segura de que ella no se sentía ni 100% recuperada ni con el mismo cuerpo de antes. Esa primera salida hace una gran diferencia y realmente se veía espectacular. Ese vestido que llevó a la Alfombra Roja de los premios Diosas de Plata, al cine mexicano.
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La actriz no fue acompañada de mi accesorio favorito, su hombre Gabriel Soto. Pero casi que no le hizo falta. El vestido azul noche, uno de los colores más populares de esta temporada, le quedaba como un guante. La próxima vez que la entreviste le voy a preguntar cómo hizo con el pecho. Si te fijas, el traje es transparente atrás y ella está amamantando a la bebé. Sabemos que el tema del soporte es esencial cuando una está produciendo leche….me pica la curiosidad.
Me encantó como ella dejó que el vestido fuera la estrella de su atuendo. Es una pieza tan espectacular, que Geraldine escogió un collar lindo, pero de colores discretos, cero pulseras, aretes pequeños y un maquillaje también suave, reforzando los ojos.
Su peinado también es suave. Como ves nada compite con el vestido y así brilla ella. Realmente una lección en como vestirse elegante, con clase, pero aún muy sensual.
Ahora que ya se siente lista para brillar bajo los flashes, me encantaría verla de nuevo ante las cámaras. Me atrevo a pronosticar que no va a hacer telenovelas por un rato. Los horarios de grabación suelen ser intensos y no creo que es lo que quiera ella, que es una mamá tan dedicada. La veo conduciendo, que es el otro de sus amores. ¡Ojalá que sea pronto!
Imagen vía Mezcalent