Como toda mujer, me encanta comprar maquillaje. Pero muchas veces, termino comprando productos que realmente no necesito o que me gustaron en la tienda y después ya no tanto. Si te pasa algo similar, comparto algunas cosas que puedes hacer para evitar esto y comprar el tipo de maquillaje que realmente vas a usar.
Lee más en ¿Qué más?: Belleza natural: 5 trucos para prolongar la vida de tu bronceado
1) Recuerda que tu eres la clienta. Las vendedoras están ahí para atenderte. Si no te quieren enseñar todos los productos en los que estás interesada, vete a otra tienda. Pide que te den una demostración de los productos que te interesan y no te sientas mal o avergonzada porque ese es su trabajo.
- No olvides que el trabajo de la vendedora detrás del mostrador es vender. Una de las cosas que más odio es cuando voy a comprar un lápiz de labio y la vendedora me trata de convencer que también necesito sombras, rímel y un delineador. Acuérdate que cuanto más venden, más ganan.
3) No compres impulsivamente. Muchas mujeres, incluyéndome a mí, tenemos un cajón lleno de maquillaje que jamás nos ponemos. Lo más probable es que fueron compras hechas impulsivamente. Lo mejor es tomarte tu tiempo antes de decidir si un producto te gusta o no. Por ejemplo, si te vas a comprar un lápiz de labio, póntelo y vete caminando por la tienda o fuera de ella para ver cómo se ve bajo otro tipo de luz. Si te sigue gustando, regresa y cómpratelo.
- Si vas a probar un producto, hazlo en tu cara no en tus manos. El maquillaje va en la cara, no en las manos, así que no tiene sentido probarlo en ningún otro lado que no sea tu rostro. De otro modo, nunca sabrás si realmente funcionará en tu cara. Sólo asegúrate de limpiar el producto con una toallita húmeda o un kleenex antes de probarlo.
5) Lo más caro no siempre es lo mejor. A mí me gusta usar un delineador que cuesta unos $4 ó $5 porque me encanta lo fácil que es ponérmelo en los ojos y lo bien que se ve. Sólo porque un producto de belleza es caro y de una marca famosa no significa que sea mejor que el que venden en la farmacia de la esquina. Usa productos que te gusten y te hagan sentir bien. Eso es lo primordial.
Imagen vía Thinkstock