Los mejores consejos de la abuela para una limpieza de primavera exitosa

Nadie como las abuelas para tener los mejores trucos en el cuidado del hogar, comenzando por la limpieza, en especial esas jornadas profundas que hay que hacer con los cambios de temporada. Los consejos que se pasan de generación en generación son buenísimos y nunca pasan de moda.

Aunque seas de esas mamás para quienes mantener la casa impecable es una prioridad, las limpiezas de primavera son esenciales, no solo para que todo se vea bien a largo plazo, sino para mantener a toda la familia saludable.

Durante el invierno, mantenemos las ventanas cerradas y la casa se va ensuciando con la propia contaminación que generamos los humanos. Además, en los meses de frío, pasamos más tiempo dentro.

Por eso, hay que seguir aquellas costumbres de nuestras abuelas, cuando convocaban toda la ayuda posible y ponían la casa patas para arriba por un día. No quedaba una esquina sin limpiar, ni un espacio por ordenar. Aquí están algunos de sus consejos más importantes.

Hay que comenzar de arriba hacia abajo.

Es la única forma de evitar que todo se vuelva a ensuciar a medida que estás limpiando. Empieza por las lámparas, sigue por los marcos de las puertas y ventanas, y así hasta llegar al

suelo. Con una escoba limpia las esquinas del techo. Seguro que viste a tu abuela haciendo esto muchas veces.

Saca todo de la nevera y desinféctala por dentro y por fuera.

Es increíble las bacterias que se acumulan en esquinitas y ranuritas sin que nos demos cuenta. Usa los Clorox Desinfecting Wipes y limpia todo, incluyendo el congelador. No te preocupes que la comida no se va a descongelar si queda afuera unos 15 minutos.

Mueve los muebles.

También sacude los cojines, aspira los tejidos y lava los que puedas. Los ácaros del polvo son felices en tapizados y todo tipo de telas. Las abuelas ponían todo esto al sol, pero como aquí no siempre se puede, una pasadita con un líquido antibacterial siempre ayuda.

Limpia las alfombras.

Aunque las aspires con regularidad, nada sustituye una lavada con vapor. Claro, la abuela seguro que las lavaba de rodillas en el suelo. Ahora, afortunadamente hay máquinas fenomenales.

Las almohadas a la lavadora.

Los colchones también deben ser aspirados y volteados. Si puedes, rocíalos levemente con una solución antibacterial y déjalos sin sábanas hasta que se sequen.

Ordena los clósets.

También es una gran oportunidad para deshacerte de lo que ya no usan, ya sea lencería de casa o ropa de los adultos o los niños de la familia. No guardes para el invierno que viene algo que ya sabes que no vas a usar. Solo ocupa espacio. También conviene limpiar las superficies de los clósets y dejarlos airear un par de horas.

Lava las ventanas.

Es increíble la mugre que se acumula, tanto por dentro como por fuera. Si tienes persianas, aprovecha para limpiar cada superficie y los cordones con un desinfectante. Las abuelas dejaban los vidrios relucientes con vinagre y papel de diario, ahora hay maneras más fáciles, pero la actividad es tan importante como antes, o hasta más.

No te olvides de los interruptores y las manijas.

Son las áreas de la casa donde se acumulan más bacterias. Con un Clorox Desinfecting Wipes paséate por toda la casa limpiando todas las áreas que más se tocan, pero que menos se ven.

Revisa la alacena.

Los cambios de estación son el mejor momento para revisar la fecha de expiración de los alimentos, en especial de los que se han ido quedando atrás.

Incluye el botiquín y las gavetas en la limpieza del baño.

Es la parte donde tenemos más cosas que se han ido quedando viejas. Esto incluye medicinas y maquillaje. Separa todo en grupos como lo que no se usa o es basura o puede ayudar a alguien más.