Quienes han pasado por la muerte de un hijo describen lo desgarrador de la experiencia y lo doloroso que es el proceso de aceptación de una pérdida tan importante e inesperada, ya que sobrevivir a un hijo podría ir en contra de lo esperado en el orden natural. Es difícil imaginar lo que puede sentir una madre al perder a un hijo. Es por eso que nos duele el alma al pensar en Maribel Guardia, cuyo único hijo, Julián Figueroa, murió en abril del 2023, con tan solo 27 años de edad.
Hablar de superar es muy delicado, puesto que es una situación que más bien se digiere y se asimila, pero que siempre dejará profundas huellas emocionales. Con el tiempo llega la aceptación y el suceso tan amargo toma un lugar diferente en la vida de quien lo atraviesa y, con suerte y mucho trabajo emocional, puede formar parte de una experiencia transformadora.
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Hay especialistas que consideran que el duelo por la pérdida de un hijo es un duelo especial, ya que, aunque sabemos que la muerte es inminente, jamás estaremos preparados para la de un hijo. Son muchos los sentimientos que hay que reacomodar y esto toma tiempo. Aunque siempre es necesario buscar ayuda profesional y un tanatólogo es la persona indicada para el apoyo y orientación que se requiere.
Sin embargo, repito, no deja de ser uno de los eventos más dolorosos que podrían ocurrirnos en la vida. Es por ello que hay que ser empáticos y saber cómo actuar ante el dolor de la persona que lo padece. Muchas veces con la mejor intención cometemos graves errores que solo empeoran su estado emocional, cuando en realidad lo que requieren de nosotros es un verdadero acompañamiento. Aquí te comparto nueve consejos para tomar en cuenta.
Pero antes, te invito a escuchar este episodio de nuestro pódcast Mamá Dice sobre señales de que tu hijo adolescente podría estar en riesgo de suicidio y cómo ayudarlo:
1. Busca ayuda profesional.
Sea que estés atravesando por esta situación o que estés acompañando a alguien a transitar este camino de dolor, es importantísimo que busques ayuda con terapia tanatológica. Hablar de la muerte sigue siendo considerado un tema tabú y, por lo tanto, requieres de una orientación profesional en este proceso.
2. Pide el respeto que necesitas.
Reconoce tu dolor y no lo minimices. Es válido que tengas un tiempo para asimilar lo ocurrido. Estás atravesando por tres pérdidas:
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Las expectativas y la ilusión
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La posibilidad de ser madre.
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Una historia de vida con tu bebé.
3. Evita los reproches y los sentimientos de culpa.
"Pude haberlo evitado" o "seguramente algo hice mal", son pensamientos que te llevan al autocastigo. Anota todos y escríbete una carta siendo más objetiva y comprensiva contigo misma. Explícate la realidad de los hechos en cada reproche y léela diariamente para ti en voz alta.
4. Abre la puerta al dolor.
Llora, desahógate y escribe. La psicoterapeuta y autora Martha Alicia Chávez afirma que los instantes de profundo dolor son los que nos llevan a creer en un poder superior que nos consuela. Puedes darte la oportunidad de sentirlo acompañándote de un terapeuta y de tus seres queridos para que estés segura. De lo contrario, el dolor emocional bloqueado comenzará a sentirse como dolor físico.
5. Acepta cuando estés enojada y no te reprimas.
Puede ser el motor que te sirva para superar el dolor, es natural el enojo ante ti misma, ante la situación, ante Dios o ante la vida misma. No te culpes si lo sientes y sácalo golpeando un cojín, pateando un balón o apretando una pelota de goma. Grita tu coraje cuando lo necesites, debes dejar que todo salga de tu interior para que después puedas encontrar la calma.
6. Dale valor a los recuerdos sanos.
Existen momentos trascendentales que puedes llevar contigo durante toda la vida. Lo que dejó en ti cumplió una misión que será eterna, a pesar de que él ya no esté a tu lado. Siente que las enseñanzas que te deja son infinitas y que te han transformado como ser humano. Lleva un pequeño diario de todo lo que quieres conservar de su recuerdo.
7. Haz un ritual para asimilar su ausencia.
Realiza un acto simbólico para decir adiós. Elige un lugar de la naturaleza y planta un pequeño árbol en donde deposites su esencia y tu amor. Escribe algo significativo y léelo. Hazle saber que te despides de él, aunque te quedas con su esencia. Date permiso de fluir en todas las emociones que surjan. No temas y acompáñate de alguien de confianza en este ejercicio de vida.
8. Apóyate en tu pareja.
Compartan juntos el dolor por la pérdida. Algunas veces él puede ser blanco de tu enojo, pero aunque no lo parezca, es posible que se sienta impotente y trate de ser fuerte para sostenerte. Evita culparlo por indiferencia y mejor pasen todas estas etapas juntos. Cuando necesites momentos de soledad pídeselos, pero no dejes de considerarlo un aliado en todo este dolor que están atravesando.
9. Ten paciencia.
Es un proceso largo y necesitas ser tolerante con tus emociones. Habrá momentos en donde regrese la tristeza de manera profunda o quizá el enojo también tome fuerza. También habrá momentos donde sientas que lo estás superando porque te llenas de paz y de tranquilidad. Lo importante es que encuentres tu propio proceso de transformación interior después de asimilar tu pérdida.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga Clínica, Psicoterapeuta familiar y mamá de dos adolescentes.
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