TODO acerca del programa de ESL o inglés como segunda lengua

Hace casi 2 años, cuando nos mudamos a los Estados Unidos, mi hija mayor, de entonces 4 años, no sabía inglés. Aunque estaba segura que lo aprendería fácilmente, me preocupaba lo que podría sucederle durante dicho proceso y después, cuando dominara el idioma.

Abrumada y llena de dudas, porque no sabía qué hacer para evitar que se sintiera mal en la escuela por desconocer el inglés, y porque no quería que más adelante olvidara el español, pedí orientación en su escuela con respecto al programa de ESL, o inglés como segunda lengua.

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¿Qué me dijeron? Para empezar, la primera recomendación que me dieron fue que no la presionara con el nuevo idioma, pues ese lo aprendería en el colegio. Me explicaron que debía acostumbrarla a hablar español en casa, porque el dominar un idioma, además de facilitar el proceso de aprendizaje de otro, también impide que la lengua materna se pierda.

Durante los primeros meses de clases, su profesora me solicitó que le contara historias o cuentos breves, en las dos lenguas, para ayudarla a familiarizarse con la comprensión de lectura, con la correcta pronunciación de las palabras y con el significado de las mismas.

También me recomendó que durante esa fase inicial, en la que ella necesitaba practicar la nueva lengua, hiciera énfasis en actividades acordes con su edad como leer los avisos publicitarios que están en las calles. 

Otras recomendaciones

La National Association of Secondary Schools Principals (NASSP, por sus siglas en inglés), invita a los docentes a estar atentos ante la posibilidad de que el estudiante no interactúe con sus compañeros por miedo a las burlas que pueda recibir por no dominar el inglés.

Dicha recomendación se aplica a nosotros, y en ese sentido, si esto sucede, debemos pedir ayuda en la escuela para que el chico reciba una atención más personalizada, por parte de un maestro o tutor, que le permita vencer su temor, obtener buenos resultados académicos y 'encajar' en términos sociales.

La NASSP también insta a las escuelas a diseñar planes de estudio individuales para los estudiantes de ESL. Nosotros, como padres, podemos explorar esa opción con la escuela, ya que al estar al tanto de las fortalezas y debilidades de nuestro hijo, nos será más fácil ayudarle a alcanzar un mejor y mayor éxito.

Finalmente, y siguiendo las sugerencias de algunas amigas, podemos tratar de convertir el idioma en algo divertido, pues al hacerlo, ayudamos a los chicos en su proceso de aprendizaje y afianzamiento del mismo. En ese sentido, los juegos de mesa como el Scrabble pueden ser muy útiles.

Imagen vía Thinkstock