Mi cabello fue, durante casi toda mi vida, lo que menos trabajo me dio en lo que se refiere a mi rutina de belleza. Lo tuve extremadamente liso por muchísimo tiempo, por lo que con tan solo invertir en un buen corte lucía bien. Uno de mis orgullos era decir que no necesitaba secármelo, a menos que estuviera apurada y fuese invierno. La única plancha que existía en mi casa era la de la ropa. Eso se acabó hace como un año cuando puse mi melena en manos de un peluquero y colorista destructor. Ahora, si no me arreglo el pelo, parece masticado por una vaca.
Como te imaginarás, me tocó hacer un curso intensivo de secador, enrollado y planchado de cabellera. Aprendí después de cometer muchos errores. Aquí te cuento lo que NUNCA debes hacer, según me explicaron diferentes peluqueros y que yo confirmé con mi propia melena chamuscada.
1. El pelo tiene que estar totalmente seco. La primera y última vez que se me ocurrió ponerme la plancha con el cabello semi- húmedo me salió humo como si me estuviera friendo algo y ya te imaginarás como me quedó.
2. Escoge la plancha adecuada. Si tienes el cabello corto necesitas una plancha de placas finas. Si lo tienes largo, escoge uno de placas lo más anchas que encuentres. Esto te ayudará a alisar la mayor cantidad de pelo, lo más rápido posible.
3.Usa la temperatura según el estado de tu cabello. Un cabello maltratado o muy procesado con tinte, debes usar la temperatura más baja. Sólo debes usar la más fuerte si tu pelo está en excelente estado.
4. No escatimes en precio. Lo importante es que la plancha tenga planchas de cerámica. Esto ayudará a proteger tu cabello.
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