Existen muchos motivos de peso por los que papá debería de estar totalmente involucrado en el cuidado del bebé. Por ello, es importante que el contacto comience desde que la criatura está en el vientre de mamá y durante todas sus etapas de desarrollo. Antes la figura de papá tenía un rol de proveedor y su participación en la crianza era casi nula, ya que los roles de género estaban muy marcados. En aquel tiempo se consideraba que el cuidado de los pequeños era tarea de mujeres. Evidentemente esa forma de pensar no aplica en los tiempos actuales. Más allá de ser una responsabilidad compartida, también tiene efectos positivos en el desarrollo de los hijos.
Más en MamásLatinas: Cómo ser un padre presente en la vida de tus hijos, aunque estés separado de la mamá
¿Sabías que el hecho de que papá participe activamente en los cuidados del bebé no sólo reducirá el agotamiento materno, sino que también creará las bases de un vínculo importante que tendrá efectos en el desarrollo emocional de tu hijo? Así es, si papá se involucra, tu bebé desarrollará mejores competencias sociales, tendrá efectos positivos en su coeficiente intelectual, fomentará en ellos seguridad, entre otras cosas. Así que, lo mejor es que hagan equipo y que lo logren a través de los consejos que te comparto a continuación.
Escucha este episodio de nuestro pódcast Mamá Dice con consejos para ayudar a papá a formar parte de la crianza de sus hijos:
Papá debe estar presente desde que estás embarazada.
Esto sucederá si él se involucra como acompañante emocional de tu proceso de embarazo y se interesa por conocer sobre sus etapas de desarrollo. También si te acompaña a las consultas ginecológicas, está presente en los ultrasonidos y hace las preguntas necesarias para entender el crecimiento del bebé. Si él constantemente toca tu vientre y le canta o le cuenta cuentos para que lo escuche, estará teniendo los primeros encuentros con el bebé. Es muy importante que el bebé lo vaya conociendo y sintiendo. En fin, el contacto debe comenzar desde antes de su nacimiento.
Lo mejor es que él esté presente en el parto o la cesárea.
Tu bebé y tú lo van a necesitar ahí, presente, totalmente involucrado en el nacimiento ya que será quien le dé la bienvenida. Por otro lado, papá no sólo se será apoyo sino que se sentirá parte del momento compartido, es ahí donde comienza a ejercer el trabajo en equipo que requieren como pareja. Es decir, no te está ayudando, está ejerciendo su paternidad y su derecho a estar presente. Antes, la figura paterna era totalmente segregada e incluso eran excluidos del momento, como si fuera un momento que le perteneciera solo a mamá. Hoy en día las cosas han cambiado.
El que no tenga intuición materna no lo excluye de crear conexión con el bebé .
Confía en tu pareja y evita caer en la idea de que él no sabe, de que él no tiene la intuición desarrollada o de que él no lo hará tan bien como tú. Si bien es cierto que la conexión de un bebé con mamá es inevitable porque estuvieron mucho tiempo unidos desde el cordón umbilical, no quiere decir que papá no pueda crear dicha conexión a través del contacto. Para ello, es importante que ambos hagan un buen equipo con la intención de establecer el mismo tipo de vínculo con el bebé. El apego seguro que tu bebé sienta necesita desarrollarse hacia ambos. Los dos pueden ser figuras protectoras y sensibles.
Permite que papá alimente al bebé.
Aunque biológicamente papá no está en condiciones de amamantar a un bebé, no quiere decir que no pueda hacerlo por otras vías. Así que en ocasiones puedes sacar tu leche y colocarla en un biberón. Esto, con la intención de que el acercamiento que papá tenga con el pequeño refuerce el apego seguro y la conexión entre ellos. Comenzará el intercambio de miradas entre ellos y el contacto resultará en el desarrollo de la confianza y seguridad que tu bebé requiere de papá y no sólo de mamá.
Papá puede bañar al bebé.
El contacto temprano de piel con piel puede ser una práctica que ayuda a reforzar la conexión entre ellos además de crear una conexión especial que genera oxitocina que es la famosa hormona del apego. Muchas investigaciones sugieren que el contacto piel con piel hacia un bebé, regula la temperatura y la respiración. Además, este tipo de contacto amoroso fortalece el sistema inmune del pequeñín disminuyendo la posibilidad de infecciones y ayudando a que tenga una mejor adaptación al ambiente.
Si papá se siente inseguro, pregúntale a qué le teme.
No discutas con él respecto a su forma de participar, a veces los padres se niegan a hacerlo por temor a lastimar al bebé o por esta falsa idea de que solo mamá tiene el don. Por mucho que te sientas sobrecargada de responsabilidades, evita quejarte o generar tensión entre él y tú. Trata de que los primeros momentos al lado del bebé sean de armonía y de bonitos recuerdos. Te funcionará mucho más explorar las emociones con preguntas del tipo: ¿A qué le temes? Con la intención de crear un diálogo entre ambos donde hablen de sus miedos y se entiendan mutuamente. Hazle saber que como papá también puede ser tierno y delicado y que poco a poco irá perdiendo ese temor a lastimarlo.
Cede el control de repente, no sientas que la crianza solo te pertenece a ti.
Esto va muy de la mano con el punto anterior, debes tomar en cuenta que tu bienestar, tu tranquilidad y tu descanso dependen de que cedas algunas actividades a papá. No quieras acapararlo todo porque te sientes ansiosa o porque tienes miedo de que papá no sepa cómo hacerlo. Mejor explícale, dale la pauta, haz las actividades junto con él para que aprenda. Déjalo que investigue, que pregunte, que se interese. No descalifiques sus opiniones y mucho menos le restes importancia a sus participaciones.
Permite que papá lo arrulle y lo duerma.
Puede que tú ya haya logrado la conexión necesaria que comprende los biorritmos de sueño de tu bebé. Puede que tú ya hayas logrado reconocer el tipo de llanto según lo que necesita, ya sea porque tiene hambre, sueño o porque le duele algo. Eso es parte de tu intuición materna. Sin embargo, el hecho de que tengas esta forma tan especial de reconocer de inmediato lo que quiere el bebé, no quiere decir que papá no la pueda desarrollar. Quizá le tome un poco más de tiempo, pero con constancia y dedicación lo logrará.
Celebra cada cosa que papá esté aprendiendo.
Como te lo decía en el punto anterior, aunque le tome tiempo, es importante que como pareja y como mamá reconozcas los esfuerzos que hace para aprender sobre la crianza del bebé. Esto lo alentará a tener una participación cada vez más activa y por lo tanto se sentirá mucho más en contacto con su hijo. Cuando tú le das el reconocimiento a un logro, el apoyo y el aliento, él notará que está avanzando en la labor de ser papá y es probable que su entusiasmo lo lleve a querer estar presente en la vida del bebé de forma genuina y no por obligación.
Evita que su participación se enfoque sólo en resolver lo de casa.
Si bien es cierto que en el momento en el que el bebé nace necesitas ayuda en todo lo relacionado al hogar, esto no debe ser lo único que le delegues a papá. El también debe ser tu soporte emocional, sobre todo porque estás pasando por un momento de probable vulnerabilidad. Esto implica que su labor va más allá de ser el que ayuda con los mandados, también puede y debe estar cercano a ti y al bebé de otras formas. Recuerda que el objetivo no es solo hacer tareas sino establecer el vínculo, por lo tanto las tareas son un vehículo de contacto pero no el objetivo final.
Pídele su ayuda siendo concreta, no quieras que él adivine.
Todos los momentos de cambio pueden generar tensión entre ambos y depende mucho de los acuerdos o pactos previos que hagan antes del nacimiento del bebé. Es importante que ambos estén en conocimiento de que el estrés los puede llevar a pequeños momentos de colapso y lo mejor es que hagan un tiempo fuera cuando esto suceda. Es probable que por momentos lo sientas confundido y esto te desespere. Por lo tanto, es importante que ante cualquier petición de ayuda seas concreta en lo que necesitas y evites caer en el error de que él debe de intuir lo que quieres.
Permítele probar sus propios métodos de contacto, no interfieras.
Si a ti te funciona una forma de arrullar a tu bebé, de jugar con él y estimularlo en sus etapas de desarrollo es porque has logrado crear una forma especial de comunicación y contacto con él. Sin embargo, papá es una persona diferente a ti y tiene derecho a explorar sus propias formas o métodos para acercarse a su pequeño. Dale la libertad que necesita para conectarse con el bebé a su manera y no trates de imponer la tuya porque esto crearía un ambiente hostil innecesario y perjudicial para el desarrollo del bebé.
Déjalo ser creativo en la crianza.
Cuando papá quiere jugar con el bebé puede que sientas que está siendo demasiado brusco, lo puede poner en riesgo, no lo está cargando de forma apropiada, lo va a lastimar o asustar, en fin, pueden pasar muchas cosas por tu mente de mamá que quiere proteger a su crío. Sin embargo, el que papá juegue con el bebé es sumamente importante porque esto desarrolla mucha seguridad en los niños. Déjalo que explore creativamente con el bebé, que descubra los avances psicomotores a través de nuevos juegos, que se conecte con él de una forma diferente.
Es importante que los dos acudan a las citas pediátricas.
Lo mejor es que acuerden horarios en los que ambos puedan asistir, de esta forma los dos estarán involucrados en el seguimiento de su salud del bebé y conocerán los procesos de desarrollo pertinentes a cada etapa de crecimiento. Ambos participarán en los proceso de nutrición cuando el pediatra demarca los cambios en la alimentación, ambos conocerán el ritmo de desarrollo de habilidades del pequeño y ambos se comprometerán en las recomendaciones que haga el especialista para que el bebé vaya cumpliendo con las metas esperadas para el mantenimiento de su salud.
No olviden su relación de pareja.
Cuando tu bebé nace y llega a casa, pareciera ser que la paternidad y la maternidad abarcan toda su energía al grado de que dejen de lado la relación entre ustedes y ya no es prioridad. Sin embargo, solidificar el amor que se tienen como pareja necesita ser algo que se alimente y aunque se sientan sumamente cansados y agotados, es necesario que tengan espacios para los dos y para seguir nutriendo la relación. En este caso pueden pedir apoyo de los abuelos para darse momentos a solas en donde puedan estar juntos, salir, escuchar música y platicar de ustedes como pareja, evitando hablar solo de temas relacionados al bebé.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.
Escucha el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro pódcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de pódcast favorita.