Saber comunicarnos en público, sin timidez y de forma eficaz, es una habilidad que nos puede servir en los momentos menos pensados: desde negociar un contrato de renta o el costo de un servicio, hasta dar un discurso improvisado en una boda, un velorio o un cumpleaños. Raj Krishnan escribió en el portal de noticias del Instituto de Tecnología de Massachusetts que durante la boda de su primo le pidieron dar un discurso para el momento del brindis. Había 200 personas y él no tenía nada preparado; pero, gracias a sus recursos de oratoria, pudo resolverlo sin problemas.
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Aprender sobre oratoria y debate es fundamental para que tus hijos puedan analizar un tema, idear soluciones o pensar argumentos a favor y en contra. Les enseña a organizar lo que quieren decir, a expresarse con claridad, a escuchar atentamente las razones del otro y también a persuadir. Después de todo, las leyes básicas del comercio incluyen saber mantener el contacto visual y manejar el lenguaje corporal para demostrar confianza.
Si todavía no te convencimos sobre la importancia de estas herramientas, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Oratoria y Debate, los estudiantes que participan de debates tienen promedios más altos y también suelen lograr mejores calificaciones en matemáticas, lectura y escritura al tomar el examen SAT para la universidad.
Escucha estos consejos en este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice':
Si nos enfocamos en el aspecto personal, la oratoria también ayuda a construir la confianza y a tener una mejor autoestima.
Marina es una profesional, de 37 años, que nos contó que las clases de oratoria de su escuela la ayudaron a ser más sociable. Ella solía ser muy tímida y le costaba hacer amigos porque no se animaba a dar el primer paso y hablarles. Aprender a hablar en público le dio la autoconfianza necesaria para entablar conversaciones con cualquier persona y desenvolverse en las entrevistas laborales.
Ahora que tenemos claro lo esenciales que son la oratoria y el debate en nuestras vidas, ¿cómo hacemos para practicarlos con tus hijos?
1. Empieza ahora mismo. Lo mejor que puedes hacer es enseñarles a tus hijos desde que son pequeñitos. Anímalos, por ejemplo, a hacer su propio pedido en un restaurante en voz alta y mirando al camarero. También puedes enseñarles a saludar a las personas que no los conozcan con un apretón de manos, a mantener contacto visual y a presentarse con su nombre.
2. Ayuda a tus hijos a expresar sus opiniones con claridad.
Cuando tus hijos empiecen a hacerte preguntas sobre asuntos que ven en la televisión, como las guerras o la política, significa que ya podrían estar listos para debatir una idea. Habla con ellos sobre lo que sucede en el país o en el mundo, vean las noticias juntos o escuchen la radio cuando estén en el carro. Pídeles su opinión y escúchalos sin interrumpirlos o corregirlos.
3. Cuando necesiten prepararse para un debate en la escuela, ensayen juntos.
Ayúdalos a reforzar sus argumentos y ponlos a prueba haciéndoles preguntas. Hazles críticas constructivas para que aprendan a defender sus ideas con convicción. Luego puedes compartir tu punto de vista sobre el tema y así lo debaten.
- Asiste a las competencias de debate de tu hijo en la escuela. Muéstrales tu apoyo para que se sientan confiados y recuérdales que, más allá del resultado, lo importante de estos eventos es participar. De todo se aprende.
5. Fomenta el trabajo en equipo en casa.
Aunque puede parecerte que no tiene nada que ver con la comunicación eficaz, Gloria Muñoz, una profesora de debate del Colegio Europeo de Madrid, explica, en un artículo de la revista ¡Hola!, que la cooperación para las tareas domésticas lleva a los niños a desarrollar la empatía y la responsabilidad.
Lo mismo opina Lynn Lott, creadora del del modelo de Disciplina Positiva, quien considera que "a través de las tareas domésticas podemos enseñar a los niños respeto, inventiva, responsabilidad y habilidades de organización, así como a tomar decisiones en equipo", las cuales son habilidades más que necesarias para la oratoria o el debate.
6.- Enséñales a hacer ejercicios de respiración.
Tolerancia, respeto, gestión del conflicto, persuasión. Ya repasamos algunas de las principales ventajas de saber debatir y comunicar ideas. Te toca ponerlo en práctica en casa y sacar a relucir tus propias habilidades para transmitirlas a tus niños. ¡Luego nos cuentas cómo te fue!