En artículos anteriores hablamos de qué es el colágeno y cómo podemos estimular su producción para mejorar la apariencia de la piel. El colágeno es la proteína principal de nuestro cuerpo, que se encarga de mantener unidas las estructuras de nuestro organismo. De acuerdo a la doctora Maribel Pedrozo, especialista en el cuidado facial y propietaria de Biodell Oriental MedSpa en Miami, "esta proteína tiene la capacidad de mezclarse con muchos tipos de sustancias, minerales, antioxidantes y vitaminas; lo que le da firmeza, lozanía y flexibilidad a nuestra piel, evitando así las temibles arrugas".
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Aunque la pérdida de colágeno es inevitable debido al paso del tiempo, hay acciones diarias que podrían estar empeorando la situación sin que te des cuenta. Exponerse demasiado al sol, no alimentarse adecuadamente, tener demasiado estrés, fumar, o no dormir lo suficiente son algunas de las cosas que disminuyen la producción de esta proteína. Aquí te decimos, una a una, las acciones que debes evitar a toda costa, si quieres mantener una piel bella.
Fumar es dañino para la salud, pero el efecto que tiene en nuestra piel, es terrible.
¿Qué relación existe entre fumar y la reducción de colágeno? Según el Dr. J. Taylor Hays, quien se ha especializado en investigar los efectos nocivos del cigarrillo, “los químicos que se encuentran en el tabaco, dañan el colágeno y la elastina, las cuales son fibras que le dan a la piel fuerza y elasticidad, como resultado, la piel comienza a hundirse y a arrugarse prematuramente”. Además, Hays, asegura que la nicotina que se encuentra en los cigarrillos, reduce los vasos sanguíneos, interfiriendo en el nivel de oxigenación y nutrientes que recibe la piel.
Exponerse al sol es lo peor.
¡Nuestras mamás tenían razón! Ponerse bloqueador es fundamental para evitar la aparición de arrugas. ¿Por qué? Varios estudios han demostrado que la exposición al sol reduce la concentración de elastina y colágeno, y afecta los niveles de carotenoides. Estos son pigmentos que se encuentran en frutas y verduras y llegan a nuestro organismo a través de la alimentación. Su función es la de actuar como antioxidantes para proteger las células, los tejidos y los órganos contra los efectos dañinos de los radicales libres. Así que, para evitar que la labor de estas sustancias disminuya, los científicos recomiendan aplicar protector solar antes de exponerse al sol.
El estrés destruye tu juventud.
El estrés afecta la apariencia de la piel, ¡y existe evidencia científica que lo comprueba! De acuerdo a algunas investigaciones, este factor podría alterar la cantidad del colágeno en la piel. “El estrés parece afectar la integridad del colágeno de la piel a través de procesos de mediación de glucocorticoides que alteran su síntesis y degradación”. El cortisol es un glucocorticoide, que se libera como respuesta al estrés y tiene un impacto negativo en la producción de colágeno y elastina, haciendo que los niveles de estas sustancias disminuyan más rápido de lo habitual.
Beber alcohol también es malísimo para tu cuerpo.
Si bien es cierto que hay estudios que aseguran que beber con moderación tiene ciertos beneficios, las bebidas alcohólicas también se han asociado con una aceleración en la pérdida de colágeno. ¿La razón? El alcohol puede tener un impacto negativo en los niveles de vitamina A, la cual se encarga de la producción del colágeno y de mantener la regeneración celular de nuestro organismo. Esto se traduce, en pérdida de elasticidad en la piel. Además, el consumo de alcohol, a largo plazo, favorece la dilatación de vasos sanguíneos, lo que puede derivar en enrojecimiento e inflamación de la piel. ¡Así que con moderación!
Dormir mal destruye el colágeno en tu cuerpo.
Varios estudios han demostrado que dormir juega un papel importante en el proceso de restauración del sistema inmunológico. Asimismo, se ha comprobado que la privación del sueño disminuye la producción de colágeno, afectando la composición y la integridad de la piel. En este sentido, la doctora Lily Talakoub, quien se especializa en dermatología, señala: "La privación del sueño acelera la descomposición del colágeno y la elastina, lo cual apresura el envejecimiento, aumenta las arrugas y promueve la disminución de la densidad y la elasticidad de la piel". Por lo que, no dormir bien, definitivamente podría pasarle factura a tu piel.
Consumir demasiada azúcar
Sí, los postres son deliciosos, pero hay que tener cuidado con el consumo excesivo de azúcar. Y es que cuando ésta entra a nuestro torrente sanguíneo, forma moléculas dañinas llamadas Productos Finales de Glicación (AGEs por sus siglas en inglés), estas son las responsables de dañar las proteínas que le dan firmeza a tu piel. Entre más azúcar ingieras, más proteínas se dañan, dando como resultado que el colágeno y la elastina se rompan y se desconecten. Las consecuencias de este proceso se traduce en una piel más flácida y propensa a la aparición de arrugas.
No llevar una dieta que incluya vitamina C.
Una dieta rica en vitamina C puede ayudar a prevenir la degradación del colágeno. Y es que varios científicos sostienen que la vitamina C (aplicada de manera externa o ingerida), estimula la síntesis del colágeno y actúa como un poderoso antioxidante que se encarga de eliminar los radicales libres que pueden llevar a la descomposición del colágeno. ¿Dónde puedes encontrar esta vitamina? En frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, kiwis, brócoli, fresas, melón, papas horneadas o tomates; así como en suplementos dietéticos.