Atenta, que esto que haces todos los días hace ¡que comas de más!

Esta vida moderna cada vez exige más tiempo sobre el escritorio al grado de que muchas personas, especialmente en los Estados Unidos, se han llegado a acostumbrar a comer hasta frente a sus computadoras o parados sobre alguna barra en un breve break.

Muchas mamás inclusive comen de pie en la cocina sin saber que es pésimo para sus cuerpos.

Lee más en ¿Qué más?: El SECRETO para saber cuánto comer está ¡en la palma de tu mano!

El fenómeno del consumo rápido de alimentos mientras nos encontramos de pie afecta la sensación de saciedad, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Saint Bonaventure en Nueva York. Lo que sucede es que cuando comemos rápido no nos sentimos satisfechos y esto hace que comamos de más.

Comer parados no nos hace daño, pero tampoco es la posición ideal. De acuerdo a muchos nutricionistas, cuando comemos de pie nuestra sangre se va a nuestras piernas, dejando que corra menos flujo hacia nuestro sistema intestinal y entorpeciendo el transporte de nutrientes al resto de los órganos.

Sin embargo, no es raro que muchas personas recurran a caminar después de haber comido un plato con alto contenido de grasas con la intención de "digerir" mejor los alimentos. Éste es otro boleto. Caminar después de comer ayuda a que los alimentos avancen por el tracto digestivo y aumenta el movimiento natural del organismo para que pueda absorber los nutrientes.

La mejor posición para comer es sentada con ambas piernas apoyadas en el piso y sin tener la televisión o computadora frente a ti, mucho menos mientras estás trabajando. Lo mejor es masticar lento para darle tiempo al cerebro de entender que has comenzado el proceso de digestión y pueda dar una señal a tu cuerpo cuando ya esté satisfecho.

Es bueno descansar un poquito después de comer para que el flujo de sangre vaya directo al estómago, pueda trabajar bien y absorba mejor los nutrientes. Esto explica porque te da sueño después de comer y es porque tu cerebro de alguna forma quiere entrar en pausa para dejar que la sangre trabaje sólo en tu digestión.

Como latina, la hora de la comida es algo sagrado donde se me educó para aprovechar el momento y compartirlo con amigos, familia o pareja. Esto no sólo mejora la calidad de vida de quien procura hacerlo de una forma sana y acompañada, sino que permite hacer el proceso más lento y activar el metabolismo.

Imagen vía Corbis