Mamá abandona a su hijo discapacitado y yo hubiese hecho lo mismo

No puedo creer que acabo de decir eso, pero es lo que siento después de leer la historia de lo mucho que sufrió una madre y su familia a causa de un hijo discapacitado. Y aunque esté usando la palabra "abandonar" lo que Jane Raca realmente hizo fue mandar a su hijo–quien es cuadripléjico y tiene parálisis cerebral, epilepsia y autismo–, a vivir en un centro para niños con discapacidades, ya que encargarse de él estaba acabando con su vida, la de su marido y la de sus dos otros hijos.

Suena súper cruel y seguro muchas mamás dirían que ellas jamás serían capaces de hacer algo así, pero tienes que conocer un poco la devastadora historia de esta mujer para entender porque lo hizo. 

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James, el segundo hijo de Jane, nació a las 25 semanas pesando sólo 1 libra y 12 onzas. Increíblemente, el bebito sobrevivió, pero con muchas secuelas, incluyendo parálisis cerebral y otros problemas médicos. Criarlo no fue nunca fácil y Jane explica que por años fue como si solamente estuviese viva para encargarse de él. Mientras tanto, a quien realmente abandonó fue a sus otros dos hijos, a su marido y a ella misma.

Como si todos los problemas con los que vivía James no fuesen suficientes, con el pasar de los años, también fue diagnosticado con autismo severo. A los 6 años, comenzó la violencia, no solamente con su madre, sino que con sus hermanos y hasta con extraños.

Finalmente, Jane y su esposo tomaron la difícil decisión de dejar que otros se encargaran de su hijo mandándolo a un centro para niños discapacitados. Aunque al principio sintieron un gran vacío al no tenerlo en casa, poco a poco la familia se fue acostumbrando a su nueva vida sin la violencia, la agresión y el estrés que los había dominado por años.  

Hoy James tiene 13 años y Jane dice que está mucho mejor de lo que estaría si se hubiese quedado en casa con ellos. Mucha gente ha criticado su decisión, pero lo cierto es que nadie entiende el sufrimiento ajeno a menos que haya vivido algo similar. En vez de juzgar a esta mujer, deberíamos aplaudirla por su valentía y honestidad al compartir esta historia que no debe haber sido nada fácil*.*

Imagen vía Thinkstock