Dicen que una imagen vale más que mil palabras y estas fotografías hablan por sí solas. Hay ocasiones en las que los padres no medimos el nivel de la irresponsabilidad que estamos cometiendo.
Algo que nos parece "gracioso", resulta que no tiene nada de divertido, sino que por el contrario podemos arriesgar la salud o la integridad física de nuestros hijos. Estas imágenes demuestran que la inconsciencia, la irresponsabilidad, la inmadurez o una mezcla de todas ellas hacen que los propios padres atenten contra el bienestar de los hijos ¿Qué opinas?
Mira estas fotografías para que saques tus propias conclusiones:
¿El león es de verdad?

Pues sí. La verdad que no sé a quién se le ocurre sentar a un bebé cerca de un león verdadero con tal de tomarle una foto. El león no era la mascota familiar y, por muy amaestrado que supuestamente esté el animal, pues uno no sabe en qué momento el felino sigue sus instintos y acaba con este pequeñito de un zarpazo.
Sí, en el saco hay un bebé ¿El papá se creerá canguro?

Será que este padre estaba tan entretenido viendo el paisaje que olvidó chequear cómo estaba su bebecito. Este niño pudo estar teniendo problemas para respirar y el padre ni por enterado.
Sin comentarios...

Cuando vi esta fotografía en vez de darme risa, me dio un ataque de rabia. ¿En qué estaría pensando el anormal que hizo esto? Se trata de un niño, no es el hijo del Hombre Araña, ni es gracioso, ni es divertido, ni es un chiste. Por la estupidez de un adulto, esta bebita fue puesta en riesgo.
¿Por qué no te pones tú boca abajo?

¿Y al grandulón este será que nadie le dijo que al cargar a un niño así puede causarle daños cerebrales? Mr. Fuerza Bruta, nunca habrá leído un manualito de cómo cargar a los niños, de qué posiciones son seguras para hacerlo…
La señora debería envolvrese la cabeza en papel periódico...

Que porqué estoy diciendo eso, pues porque en mi país tenían la costumbre de envolver las frutas en papel periódico para ayudarlas en el proceso de maduración. De allí que cuando alguien da signos de inmadurez le digan: "envuélvete la cabeza en papel periódico". Así, que esta señora, quien al parecer necesita madurar un poco como madre, en vez de dejar que su niña utilice esa bolsa plástica para cubrirse el rostro, debería envolverse su cabezota en papel a ver si madura un poco.
Las bailarinas desquiciadas...

Felicidades por tanta elasticidad, felicidades por el derroche de sensualidad, felicidades por todo. Ahora bien, nadie pudo sacar a este par de bebecitos del área para evitar que uno de los actos de acrobacia de esta chica terminara haciéndole daño a dos pequeñitos que ni se estaban enterando de lo que estaba pasando y mucho menos de que estaban en riesgo.
Soy sexy y lo sé... aunque también un poco irresponsable

Que esta chica haga alarde de sus curvas y se estuviera fotografiando en posiciones sexys con la intención que haya sido, no es mi problema. Pero, es que acaso no podía cerrar la puerta. Señores, pero qué manía de involucrar a los niños en asuntos que no son apropiados para su edad. ¿Qué demonios hace este niño viendo a la madre en semejante numerito?
¿Un nuevo modelo de coche?

Si a este bebecito se le desbarata la columna, espero que su madre,además de buscar los mejores especialistas del mundo, se ponga la mano en el corazón y la cabeza y tome consciencia de la responsabilidad que tiene. ¡Pero si esto no es un coche, ni está diseñado para cargar niños!, porqué, pero de verdad porqué tenemos que ser tan irresponsables en la vida.
¿Por qué no bajaste tú a darle de comer a los mapaches?

Quizá el mapache no es un animal particularmente agresivo, pero uno nunca sabe. Eso por un lado, por el otro, quién le dijo a este padre inconsciente que lo que hizo fue una gracia. ¿Qué hubiese pasado con la cervical de este niño si se sale de las manos del padre?
Era más fácil agarrar un carrito de supermercado

Si este tipo fuese mi esposo y le hace eso a uno de mis hijos, creo que le arranco la cabeza. Qué hace este niño o niña con todos esos comestibles cubriéndolo, cortándole la respiración. De verdad que hay gente que piensa con los pies o que tiene el cerebro de adorno.