Estoy contando los días para que sea el domingo y llegue a mi casa el famoso conejo de Pascua. Aunque no tengo hijos, es una tradición que nos gusta celebrar a mi esposo y a mí, para que cuando tengamos niños, ya sepamos todo lo que tenemos que hacer para introducirlos a esta bella tradición de Semana Santa. Muchos se preguntan, de dónde vienen los huevos de Pascua y el famoso conejo. Y te puedo decir, que lo que yo he leído sobre el tema, es que la costumbre se remonta a los antiguos egipcios__,__ quienes acostumbraban a regalarse, en ocasiones especiales, huevos decorados por ellos mismos.
Y con el tiempo, esta tradición fue adoptada por el cristianismo, cuyos fieles se regalaban huevos decorados, durante la Cuaresma (ya que hacían el sacrificio de no comer huevos) para recordar que estaban festejando la Pascua y con ello la Resurrección de Jesús.
En cuanto al conejito, cuenta la leyenda, que el día que metieron a Jesús al sepulcro, dentro de la cueva, había un conejo escondido que se preguntaba quién era ése hombre por el que todos lloraban. De repente, lo vio resucitar y comprendió que era Jesús, y decidió que tenía que avisar a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado.Y como no podía hablar, se le ocurrió, regalarles a todos un huevo pintado, para transmitirles el mensaje de vida y alegría y recordarle al mundo que Jesús había resucitado.
Ahora que conoces la historia, te propongo que sigamos conservando esta bonita tradición con nuestros niños y qué mejor manera de hacerlo, que decorando con ellos los huevos de Pascua. Aquí te dejo los 3 diseños que más me gustaron del sitio BebeyMas.com.

1. Huevos disfrazados de pollitos. Aunque el sitio sugiere fieltro rojo para hacer las patas y las crestas de los pollitos, también puedes usar cartulina o papel de china. Vacía los huevos y pinta algunos de amarillo y otros los puedes dejar en blanco. Recorta triángulos con el material que hayas elegido para hacer los picos y recorta otro pedazo en forma de cresta y otro para hacer las patas. Pega cada una de las partes a los huevitos con pegamento y dibújale los ojos con un marcador negro.
Lee más en ¿Qué Más?: ¡Vamos a pintar huevitos de Pascua! … Pero ¿cómo vacío los huevos?

2. Huevos disfrazados de conejos. La clave para este diseño es usar los huevos acostados, en lugar de parados. Vacíalos y píntalos en colores pastel. Dibújales los ojos con un marcador negro a los extremos y luego con un poco de algodón ponles las colitas y la nariz. Utiliza papel de seda (aunque puedes utilizar otro) para dibujar las orejas, recórtalas y pégaselas al conejito. Recuerda que tienen que ser del mismo color del que lo pintaste. ¡Y eso es todo!

3. Huevos con aplicaciones de tela, de pasto o de flores. Esta decoración sólo requiere que eches a volar tu imaginación, puedes ponerle aplicaciones de brillantina, pasto, flores secas y hasta pedacitos de tela. Este sitio recomienda pintar los huevos previamente de los colores que quieras y después con un pincel y un poco de pegamento, colocarle a cada uno alrededor de 20 pastitos desde la base del huevo hasta la mitad, simulando que está cubierto por el césped. Si no te gusta esta idea, también puedes colocarle incrustaciones de flores secas para decorarlo. Hacerle figuritas con brillantina o decorarlo con figuras hechas de tela. ¡El chiste es dejar volar tu imaginación!
Espero que te hayan gustado estas ideas y que compartas con nuestra comunidad algunas otras, para que podamos disfrutar de esta actividad con los niños.
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Imagenes via Bebes y Mas
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