Una de las maravillas de la tecnología actual es que podemos cargar con nuestra compu para todos lados y trabajar –o simplemente navegar la web- desde prácticamente cualquier sitio. Pero ¡ojo! El andar por ahí con el disco duro expuesto puede ser dañino… para tu privacidad. Y si vives en Washington, D.C., Seattle o San Francisco, pues aún peor, pues estas tres ciudades encabezan la lista de ciudades con mayor número de crímenes cibernéticos, o cibercrímenes, según Symantec.
Confieso que yo soy fan #1 de los hotspots. Tanto así que he ido armando una lista de sitios favoritos en Manhattan que ofrecen Wi-Fi gratuito y es allí a donde elijo almorzar, tomar un café o una copa de vino, mientras navego la web desde mi iPod, mi MacAir o mi iPad. (Porque también soy fan de Apple, no lo voy a negar). Y si bien recurro mucho a los hotspots para enviar o recibir emails o para checar mi Facebook ocasionalmente, intento no usarlo para transacciones más complicadas o para hacer compras, pues sé muy bien que esto puede comprometer mi privacidad.
Y es que a menos que decidamos todas mudarnos a Detroit (que según el mismo ránking es la ciudad menos expuesta a los cibercrímenes), lo mejor es protegernos casi casi como nos protegeríamos de una enfermedad viral.
Y es más fácil de lo que crees. Para empezar, intenta no conectarte a tu banco, ni hagas transacciones monetarias importantes cuando estés conectada en un hotspot. Lo mejor es esperar a llegar a casa y usar tu propia red. Ahora que si realmente tienes que checar tu estado de cuenta en el banco, pagar una factura o liquidar una compra vía tarjeta de crédito, asegúrate muy bien de que la conexión que estés usando sea segura.
Los expertos en seguridad aconsejan también usar contraseñas super complicadas, con letras en altas y bajas; números y combinaciones casi imposibles de descifrar y tener una contraseña distinta para cada cosa. ¿El problema? Estas combinaciones llegan a ser tan complejas que ni nosotras mismas nos acordamos de ellas al final, y eso acaba siendo otro dolor de cabeza. Yo, por ejemplo, tengo escrito por ahí en un papelito todas mis diferentes contraseñas para las distinas cosas que hago en la web (Gmail, Yahoo, Road Runner, el banco, Facebook, mis facturas telefónicas, el celular, etc.) pero cada vez son más y a veces se me olvida actualizarlas o cambiarlas frecuentemente como los expertos en seguridad recomiendan.
¿Será que alguna de ustedes conoce un truco más eficaz para recordar o para variar sus contraseñas? ¿Se protegen de alguna manera en los hotspots o andan por ahí convencidas de que jamás serán víctimas del cibercrímen?
Imagen vía RobPierce/Flickr