¿Te miraste en un espejo antes de salir de casa?

Estos días el clima en Nueva York ha estado maravilloso. Cuando me mudé de California hace un par de meses, todo el mundo me decía que me iba a pelar de frío. Gracias a Dios hasta el momento ése no ha sido el caso y me atrevería a decir que traje el calor de California conmigo. Bueno, resulta que ayer quería aprovechar que la temperatura estaba divina y salí a pasear y luego me fui de shopping.

Fue después de pasear por casi dos horas que me di cuenta que varias mujeres llevan ropa demasiado pequeña o demasiado grande. Me pregunté ¿será que no tienen un espejo en su casa? Sé que a todas nos gustaría ser talla 0, 2 o 4, pero si esta no es tu talla, no te la compres. Lo único que estás logrando al comprar ropa mas pequeña es que resalten más tus imperfecciones.

Si a la hora de ir de compras te mides un pantalón, jean, falda o shorts y te queda demasiado apretado en la cintura, opta por comprar una talla más grande. No sólo te sentirás mas cómoda (y podrás respirar mejor), si no que también lucirás mejor y evitarás mostrar esos rollitos que tanto detestamos. Lo mismo pasa con las blusas. Asegúrate de que no te quedan demasiado apretadas o sueltas. Ayer vi a una mujer con una blusa tan apretada, que parecía que en cualquier momento iba a estallar (¡qué catástrofe!). Lo que ella no veía aparentemente era cómo se le acentuaban los rollitos y se le aplanaba el busto.  

Un consejito que nos resultará de maravilla a todas: mejor mirarte en un espejo antes de salir de casa. Si no te gusta lo que llevas puesto (porque te acentúa los rollitos o te hace ver el doble de tamaño), cámbiate de ropa.

Recuerda, lo importante no es el la talla en sí,  ya que esta puede variar según la marca, sino que te quede bien y que no sea demasiado suelta o apretada. 

Imagen por Bitchin'Amy/Flickr