Qué hacer cuando no encuentras las palabras adecuadas

¿Cuantas veces te has sentido que no tienes palabras adecuadas ante una situación difícil? Puede ocurrirte con un compañero del trabajo que tiene un problema, la enfermedad de un ser querido, la muerte de un familiar, etc.  Son momentos en los cuales las palabras no parecen ser suficientes ante el dolor o la dificultad que tenemos ante nuestros ojos.

¿Qué hacer entonces cuando no sabes precisamente qué decir cuando piensas que un momento amerita palabras?

El otro día fui a visitar a un amigo de la niñez que le han descubierto un tumor canceroso. Después de unos momentos de hablar sobre cómo descubrieron la enfermedad, cómo reaccionaron sus hijos y cómo le van sus tratamientos, lo miraba a los ojos y realmente descubrí que no habían palabras adecuadas en ese momento.  Cuando ocurren estas cosas es cuando doy gracias a Dios de que vivo con fe y que en muchos instantes de la vida sólo la fe y la oración pueden comenzar a dar sentido a nuestra vida, y especialmente a tantos misterios que no entendemos fácilmente.

¿Pero porque insistimos tanto en que tenemos que buscar palabras? ¿Acaso el silencio y la compañía no tienen valor?

Nunca olvidaré en mis años de seminario cuando trabajaba en el hospital de niños de Miami como capellán voluntario y nos dijo el supervisor: "A veces sólo el estar con las personas y escuchar su dolor es suficiente".  ¡Que palabras tan sabias!

Si en algún momento no sabes qué decirle a un familiar o amigo sobre una situación difícil de entender o dolorosa, no olvides el valor de tu presencia. Con la familia y los amigos se está en las buenas y en las malas – incluso aunque no encuentres palabras adecuadas – tu presencia y apoyo moral puede valer mucho más de lo que te imaginas.

Imagen via TitBona/Flickr