Para muchas de nosotras –y yo me incluyo–, la lucha contra esas libras de más parece una guerra eterna que nunca llega a su fin. Y es que, para muchas, ganar peso es tan fácil, pero rebajar es casi imposible, especialmente a medida que pasan los año, ¿verdad que sabes de lo que te hablo? Existe un sin número de dietas que prometen resultados milagrosos, por eso muchas veces se nos hace difícil escoger un régimen alimencio sano y que nos ayude a perder peso. En mi búsqueda (que es continua), encontré la dieta de la manzana y a mí me funcionó, por lo que aquí te comparto todo sobre ella.
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Pero, antes de que sigas leyendo, debo decirte algo que de seguro ya sabes: esto es a lo que le llamamos una dieta exprés, lo que significa que se puede volver a aumentar de peso tras hacerla si no continuamos comiendo saludable. La dieta de la manzana es una buena forma para desintoxicar el cuerpo y perder peso rápido, pero luego hay que seguir cuidando lo que comemos.
De acuerdo con el portal AlimentaciónSana.com, podrás perder hasta 10 libras en una semana si haces esta dieta al pie de la letra. También se recomienda hacer ejercicio y tomar al menos 8 vasos de agua al día. Y algo muy importante: antes de hacer esta o cualquier otra dieta, asegúrate de que no tienes ninguna condición médica que te lo impide, no te vayas a buscar lo que no se te ha perdido por andar haciendo dieta. Así que visita tu médico antes de empezarla.
Galería realizada en colaboración con Melissa D. Ocasio.
Debes prepararte mentalmente para el primer día.
Si logras superarlo, el resto será coser y cantar. Durante el primer día lo único que vas a comer son manzanas. Puedes alternarlas: verdes, rojas y amarillas. Toda la cantidad que quieras. Además debes tomarte al menos dos litros de agua.
En el segundo día puedes añadir ensalada y col.
El desayuno y la cena es igual al primer día: manzanas. En cuanto al almuerzo, tienes permiso para añadir lácteos, pero solo puedes comer cottage cheese acompañado de ensalada verde sin aderezo. Solo puedes agregarle limón o vinagre y poca sal.
Al tercer día puedes añadir carbohidratos más fuertes y proteína animal.
¡Llegó el momento de comer pancito! Ya no tienes que comer solo manzanas. En el tercer día, para el desayuno, añades una rebanada de pan integral, una rebanada de jamón de pavo y una manzana. En el almuerzo repites la ensalada, pero sin cottage cheese y le añades zanahoria y apio. Para la cena, vuelves a comer la protagonista de esta dieta: la manzana.
En el cuarto día añades las verduras y cereales.
Para el cuarto día, el desayuno se mantiene igual al del día anterior. En el almuerzo añades verduras al vapor y atún natural o cangrejo, para hacer una rica ensalada. Puedes utilizar limón como aderezo. Es importante que elimines la papa de tu selección de verduras pues su alto nivel de almidón afecta la pérdida de peso.
En el quinto día, agrega huevo y carne a la dieta.
El desayuno sigue igual de sencillo: 1 manzana, 1 huevo cocido y un panecillo integral. En el almuerzo, hay un poquito de variedad, ya que puedes comer una ensalada de verduras crudas, pero esta vez con una porción de proteína que puede ser carne roja o blanca a la plancha. Y para la cena, adivina… todas las manzanas que quieras.
Durante el sexto y séptimo día, debes repetir el menú del día cinco.
En el sexto y séptimo día, repites el menú del quinto día. Para variar un poco puedes optar por hacer un batido de manzana para la cena. Es importante que no le pongas azúcar o cualquier otro ingrediente. Si quieres que la consistencia sea menos espesa añade agua.
Esta dieta no puedes hacerla por más de 7 días.
Una vez culmines la dieta, debes hacer ajustes en la alimentación. Evita las comidas procesadas, enlatadas y añade frutas, vegetales y otros alimentos que te proveean los nutrientes de una dieta balanceada. ¡Ejercítate y descansa! Es parte de un estilo de vida saludable.
