Solo quedan unos días para Navidad y la nostalgia está a flor de piel. ¿Por qué? Bueno, te cuento que hace once meses dejé a mi familia y a mi Isla, Puerto Rico, para mudarme a Nueva York en busca de nuevas oportunidades. Estas serán las primeras Navidades fuera casa extrañando el calor de mi tierra y sin la compañía de mis seres queridos.
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Sé que no soy la única experimentando esto y por tal razón, me di a la tarea de identificar doce razones para mantenerme contenta durante esta época mientras estoy lejos de casa. Además, compartiré algunos consejos sobre cómo manejarlos y hacer lo posible por disfrutar las fiestas.
¡Ánimos arriba! Pues aunque la tristeza esté presente te aseguro que siempre hay motivos para celebrar. Así que identifica los sentimientos y trabaja con ellos. Verás que sí se puede.
Te sientes melancólica desde Acción de Gracias, pero tranquila, se puede manejar.
En Puerto Rico, la Navidad da inicio después de Acción de Gracias. Este año en vez de tener el Thanksgiving tradicional con la familia tuve un Friendsgiving y, confieso que estaba preocupada por el resultado final del pavo y toda la comida porque no era mi mamá y mi abuelita a cargo de la cocina. Aunque me sentí rara porque no estaba con ellos, antes de compartir con mis amigos tuve una vídeo llamada con mi familia y me hizo sentir un poco más cercana a ellos.
La música te ayudará a recordar las fiestas y la gente de tu país.
En mi caso es el disco Asalto Navideño Volumen #2 -sí, es importante el volumen- o todos los discos de Navidad de Héctor Lavoe. ¡No les miento! Si quieren lidiar con este sentimiento, les recomiendo que hagan su playlist en su reproductor de música favorito y lo tengan en repetición.
Reúne a tus amigos y cocínale tus platillos navideños favoritos.
Les tengo que confesar que la cocina no es mi especialidad; yo me encargo del entretenimiento y la música en todas las fiestas, pero si algo puedo hacer en la cocina son solo dos cosas: el coquito (bebida tradicional puertorriqueña) y la ensalada de papa. Te recomiendo que escojas un día e invites a tus amigos y les cocines tu platillo favorito. No tiene que ser algo tan complicado, con un platillo o dos es suficiente.
Date la oportunidad de recordar las navidades de tu infancia.
¡Estos recuerdos son muy especiales! Es muy raro que alguien diga que no se emocionaba al momento de ir al árbol y ver los regalos. Es probable que tus padres aún conserven fotos o videos de la primera bicicleta, la casita de muñecas y quizás de la primera cocinita de juguete. Cuando quieras recordar exactamente cómo eran, diles a tus papás que te envíen fotos y así las conservas en tu celular. Como dicen: “recordar es vivir”.
Escríbele a tus viejos amigos y recuerden sus mejores momentos.
Al igual que yo, seguro debes tenerlos en todas tus redes sociales, pero las emociones se intensifican cuando recuerdas las fiestas y escapadas que tuviste con ellos durante la temporada. Haz un vídeo de los mejores recuerdos y obséquialo en Navidad. Será algo muy emotivo.
Defiende el sentimiento de extrañar a tu familia.
He escuchado amigos decir que pasar Navidad en familia es aburrido. Mi respuesta es: ¡qué descaro! Si esto te pasa, siéntete en la libertad de decirles que no generalicen, pues hay quienes desean estar de fiesta junto a su familia.
Haz videollamadas todas las veces que quieras.
De tener una o dos videollamadas al mes con mi familia, se han convertido en varias a la semana, especialmente cuando regreso del trabajo y me encuentro sola en la casa. Si es así como te sientes, llámalos, pues siempre que haya una oportunidad hay que aprovecharla. Nunca se sabe lo que pase al día siguiente.
Estás en búsqueda de oportunidades para ti y está bien que lo recuerdes.
No te sientas mal por sentirte feliz debido a tus logros, aunque estés lejos de tus seres queridos. Me ha pasado y he aprendido a disfrutarlo. Por esto te recomiendo que conviertas ese sentimiento en fuerza para seguir trabajando por tu futuro. Ya verás como dirás más adelante “valió la pena”. ¡No te rindas!
Enséñale a tus amigos cómo se celebran las fiestas en tu país y comparte con ellos.
Es difícil despegarse de las costumbres y tradiciones con las que creces. Quizás, quieres que todo se celebre de la manera en que estás acostumbrado, pero no se puede. Créeme, ya lo he vivido. Lo mejor es que puedes llegar a acuerdos con tus amigos y asignar un plato típico por cada nacionalidad, un baile y así experimentan varias culturas.
Ves una familia pasando tiempo juntos y te sientes triste.
Me ha pasado varias veces y se me pone el corazón arrugadito como una pasa. Si experimentas esto, la mejor solución es llamar a tu familia en ese instante y recordarles cuánto los quieres y extrañas.
Acepta las invitaciones de tus amigos a sus fiestas familiares.
Si has intentado hacer planes con tus nuevos amigos, pero ellos tienen sus actividades familiares, la verdad es que no hay motivo para que te molestes. Es completamente normal y se entiende. Si esto te pasa, puede ser que algún amigo o amiga te invite a su fiesta familiar y, claro, ¿por qué decir no? ¡Aprovecha!
En Despedida de Año el sentimiento es agridulce, pero puedes transformarlo.
Ese momento en que le dices adiós a un año para recibir el nuevo con los brazos abiertos, recuerdas a los que están lejos y a los que ya no están. El mejor consuelo es tener presente los mejores momentos vividos y celebrar la bendición de seguir vivos.