Más allá de estar o no de acuerdo con la elección que muchos padres hacen con respecto a las formas de disciplinar a sus hijos, me gustaría enfatizar la importancia que tiene el hecho de que los hijos adolescentes aprendan de sus experiencias desde la convicción y el verdadero análisis reflexivo de sus conductas. Los adolescentes tienden a ser impulsivos y les es difícil pensar en los efectos de una decisión reactiva. El problema en la actualidad es que el acceso a la tecnología, unido a que se dejan llevar por el momento genera una bomba de tiempo en donde la exposición masiva los coloca en el ojo del huracán siendo blanco de críticas destructivas que pueden destrozar en segundos su autoestima. Es por ello que el reciente caso del video de un padre obligando a su hija a disculparse en las redes por compartir videos en TikTok haciendo twerking debe ser visto desde el fondo de la situación y no desde la forma.
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Así pues, en mi opinión profesional, respeto mucho los criterios educativos que cada padre elije para sus hijos, sobre todo cuando lo hacen con la mejor intención. Sin embargo, en el caso de este video es importante considerar que hay dos opciones, te castigo por la conducta o busco la forma de que reflexiones genuinamente sobre ello.
La comunicación es necesaria en función de la conducta reactiva e impensada y así, evitar en la medida de lo posible atentar contra la esencia, exponiendo aún más a nuestros hijos. Cuando se enfoca el para qué de determinadas conductas, es mucho más fácil la comunicación y es ahí cuando puede surgir una sana unión en la que ambos, padre e hija puedan hablar desde la consciencia clara y el entendimiento de lo que hay detrás de este tipo de impulsos. Es por ello que te comparto estos consejos.