Hace unos días se dio a conocer la noticia de que un tribunal en Marruecos rechazó la petición de divorcio de un hombre y una mujer embarazada con el argumento de que tenía que proteger los "derechos del feto". Según la sentencia, el bebé tiene que nacer en el seno de una familia que comparte el mismo techo, según informó Media24 y recogió la agencia española EFE.
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La noticia ha llamado la atención en gran medida porque lo que busca es proteger al feto sin pensar en el bienestar del padre o de la madre, a quienes obliga a seguir compartiendo el mismo hogar. Consultamos a la psicóloga clínica, psicoterapeuta y co-presentadora del podcast "A que no te atreves", Karina Suárez Fernández, quien nos dio su opinión sobre este tema y lo que en realidad se requiere para proteger al menor que está por nacer.
El tribunal busca proteger los "derechos del feto"
El juez de este caso ha explicado que el artículo 70 del Código de Familia, que destaca que la autorización del divorcio es una medida excepcional, debe tener en cuenta el "principio del mal menor", que destaca que la separación conlleva daños para los niños, según lo explicó la agencia EFE.
Han explicado que es un caso inédito en Marruecos.
Según reportó Medias24 esta sentencia es un caso inédito en donde se ha aplicado la ley de forma "justa y no literal". La disolución del matrimonio se ha aplazado hasta para después del nacimiento del bebé. El juez también determinó que la petición del esposo del divorcio "sigue siendo prematura".
La pareja al parecer sí se podrá divorciar.
Según explicó la agencia EFE el esposo puede volver a intentar pedir el divorcio después del nacimiento del niño mientras que Medias24 consultó fuentes judiciales que explican que se puede anular esta sentencia por apelación pues la ley en Marruecos garantiza los derechos de la mujer y de los hijos en caso del divorcio.
¿Qué es lo mejor para el bebé que viene en camino?
"De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud los niños representan el futuro y su crecimiento y desarrollo saludable deben ser una de las máximas prioridades para todas las sociedades. Cualquier profesional de la salud está consciente de la importancia de que un niño reciba todo lo necesario para desarrollar su sentido de seguridad a través de la protección. Sin embargo, los factores que influyen para que esto suceda están enfocados en un estilo de crianza que genere un apego sano y esto, no depende de la unión o separación de los progenitores y tampoco depende de que ambos padres vivan bajo el mismo techo", nos expresó la psicóloga Karina Suárez Fernández.
Un bebé feliz no necesariamente es el que tiene a sus papás juntos.
"El apego seguro implica que el recién nacido sea provisto del contacto que le brinda la seguridad emocional siendo esta la que genera un 'verdadero vínculo afectivo'. Esto depende también de las condiciones emocionales de la madre o cuidador principal. Por lo tanto, el equilibrio emocional de quien provee el cuidado, invariablemente establecerá las bases de seguridad y confianza que requiere todo bebé al nacer, sin importar su estado civil", nos comentó la psicoterapeuta.
El bebé necesita un ambiente protegido más allá del estado civil de sus papás.
"Esta etapa determina la formación de la confianza como una fuerza fundamental que nace de la certeza interior y de una sensación de total bienestar en lo físico y psíquico que nacen del contacto con la madre y el entorno, lo cual significa que, si el bebé está abastecido en las necesidades básicas y afectivas. En un ambiente nutritivo desarrollará la confianza que necesita ante el mundo para seguir creciendo. Dicho ambiente, puede proveerse, aunque los padres estén juntos o separados, vivan o no bajo el mismo techo. Es decir, no es algo que influya en el desarrollo de la confianza del recién nacido. Mientras la madre o cuidador principal y directo del bebé sea capaz de crear el vínculo y un apego seguro, el bebé estará protegido", es la recomendación de nuestra psicóloga Suárez Fernández.
Ninguna pareja debe de estar junta si no lo desea.
Tras conocer esta noticia considero que ninguna ley debe de obligar a una pareja a que se mantenga unida solamente porque viene un bebé en camino. En este caso es el esposo el que desea divorciarse y la sentencia se inclinó por proteger los "derechos del feto", dejando de lado los derechos de la pareja a decidir separarse y tomar caminos distintos. De hecho, enfatizan que el niño tiene que nacer en una familia que comparta el mismo techo, lo que los condena a una convivencia que puede ser forzada y tener consecuencias negativas para todos. Ya vimos que lo que un bebé requiere es seguridad, protección y apego. Los padres necesitan estar bien para darle todo esto y probablemente es mejor si lo hacen estando divorciados que juntos solamente por mandato de una ley.