La gratitud es un hábito que debemos fomentar en nosotras mismas y en nuestros hijos, es un valor importantísimo que nos enseña a apreciar la vida y todo lo bueno que hay en ella, es una forma de colocar el foco en lo que sí tenemos, en lo que sí somos y en lo que sí logramos. Lo que hay que tomar en cuenta es que nuestros hijos, deben desarrollar este hábito por convicción y no por obligación porque el hecho de decir 'gracias' no debe confundirse con un requisito del libro de los buenos modales ya que de esa forma no funcionaría. Cuando tu hijo es agradecido, está siendo empático y por lo tanto valida los esfuerzos de otros y también reconoce los regalos de la vida.
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Con el paso del tiempo y la práctica continua de la gratitud, tus hijos pueden interiorizar esta habilidad como una sensación permanente. Entenderán que todo alrededor tiene un punto que se puede agradecer y aprenderán a dar el enfoque adecuado a cada cosa que vivan, incluyendo las experiencias no tan agradables. Cuando tus hijos aprenden a afrontar la vida con una actitud positiva aun frente a las adversidades, estarán practicando la gratitud, ya que encontrarán el aprendizaje en cada experiencia vivida. Así que vale la pena enseñarles este camino, ¿no crees?
Escucha estos consejos para enseñar a tus hijos a ser agradecidos en este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice':