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Los sí y los no del respeto a la privacidad de los adolescentes

Mujer con binoculares

ChuckieEgg/iStock

Existe un gran debate con respecto a este tema, porque cuando se trata de los hijos, el respeto a la privacidad pasa por una línea muy delgada que lo divide en dos polaridades, o puedes convertirte en una madre controladora e invasiva o puedes ser una madre muy negligente y extremadamente permisiva, la pregunta es: ¿Cómo hacer para no irte a ninguno de estos extremos y salvaguardar la seguridad física, mental y emocional de tus hijos adolescentes sin que te odien?

Si, lo se, representa un gran reto porque es una etapa difícil, sobretodo porque son muy celosos de su espacio y su privacidad y con cualquier mal movimiento pueden sentirse invadidos. Creo que estarás de acuerdo conmigo, porque lo que menos queremos es dañar la relación o la comunicación, lo que menos queremos es que dejen de confiar en nosotros y lo que menos queremos es convertirnos en sus enemigas, sin embargo, hay ocasiones en las que debes saber cuál de los dos es el mejor camino, ¿reviso o no reviso? Y aquí te doy algunos consejos sobre las situaciones que sí debes y las situaciones que no.

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Por supuesto que tus hijos tienen derecho a su privacidad, es más, te la van a exigir. Como padres y madres, necesitamos estar conscientes que la adolescencia, es una etapa en la que predomina la necesidad de independencia y sobretodo la separación emocional de los padres con la intención de crear una identidad. Así que su cambio de estación en la vida te llevará a ti como mamá y papá a cambiar las estrategias de comunicación para que la confianza prevalezca a pesar del distanciamiento que tendrán contigo.

Es importante que tengas la calma suficiente para aceptar este cambio y verlo como parte de la naturaleza de su desarrollo. La distancia, invariablemente implicará que dejen de contarte muchas cosas, que sean reservados con otras tantas o que te platiquen las cosas a medias.
Es posible que tanto misterio te tome por sorpresa y sientas que te están ocultando algo, de esta forma puedes caer en un círculo vicioso que te llevará a convertirte en una especie de detective privado y de espía que quiere enterarse de todo y que con ello solo logres que las puertas de la comunicación se cierren cada vez más.

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