Mamá, una palabra con muchos significados. Desde mejor amiga a confidente, doctora, cocinera, maestra, compradora personal e incluso terapeuta. Las mamás realmente lo hacen todo y juegan un papel esencial en la unidad de las familias.
En los hogares latinos, las mamás y las abuelas están siempre presentes y le dan forma a gran parte de nuestra identidad y nuestros valores en nuestra infancia. Nos quieren mucho y esto a veces puede parecer una actitud sobreprotectora o dominante para los niños. El problema viene más adelante, cuando entramos en la adolescencia y empezamos a sentir realmente el impulso de querer ser más independientes y hacer cosas por nuestra cuenta, sin tener a mamá controlando nuestras acciones, pero a la vez seguir respetando las reglas y las estructuras de la familia y su rol tan importante de matriarca y la mujer que nos crió.
Esta dinámica también se puede observar en las familias asiáticas, tal como lo ilustra a la perfección la película animada de Disney y Pixar Turning Red. La historia se centra en una niña de 13 años llamada Mei Lee y su conflicto interno de querer ser la hija obediente que desea su madre mientras a la vez trata de ser fiel a sí misma y lidia con las dificultades de crecer y la transición de la niñez a la etapa adolescente. Mei Lee enfrenta todo esto sumado al inconveniente problema de que cada vez que experimenta emociones extremas se convierte en un panda rojo gigante.
En la historia, la madre de Mei Lee, Ming, trata de conciliar el hecho de ser una madre comprensiva y empática con los desafíos de su hija, con marcar límites y establecer reglas que cree que serán lo mejor para Mei Lee. Esta es una experiencia con la que la mayoría de las mamás pueden sentirse identificadas, en especial las madres latinas que son el núcleo del hogar, siendo a la vez la voz de la razón, brindando apoyo emocional a sus hijos y sus familias y, de algún modo, siendo las guardianas de las tradiciones (al mantener vivas las costumbres, la comida y la música).
Las mamás como Ming no solo dirigen el hogar, sino que también mantienen unida a la familia en el aspecto económico. En Turning Red, vemos a Ming dirigir un negocio donde trabaja junto a su marido y donde Mei Lee también ayuda. El único lugar en el que Mei Lee no siente la omnipresencia de su madre es en la escuela, donde tiene la libertad de ser ella misma con sus amigos, sin las restricciones culturales que su mamá y su familia extendida le imponen.
Aunque esta fuerza maternal a veces puede sentirse abrumadora en las familias multiculturales, a medida que crecemos y nos hacemos independientes, la mayoría de nosotros podemos mirar hacia atrás con mayor perspectiva y reconocer que los valores que nos inculcaron nuestros padres nos convirtieron en las personas que somos hoy en día. Al fin y al cabo, cuando terminan las dificultades de crecer inherentes a los primeros años de la adolescencia, podemos apreciar los múltiples roles que jugaban nuestras madres mientras se esforzaban por criar buenas personas, y balanceaban todo esto con sus carreras, sus matrimonios y su desarrollo personal.
Brindemos por las mamás que lo hacen todo. No dejes de ver Turning Red junto a tus hijos en Disney+ este 11 de marzo y recuerda que sin importar cómo te relaciones con tu mamá, ella siempre estará allí para acompañarte en las transiciones difíciles de la vida.
