La discapacidad intelectual es la discapacidad del desarrollo más común que existe: Tan solo en Estados Unidos, casi 6.5 millones de personas tienen algún grado de discapacidad intelectual.
Pero, ¿qué es exactamente la discapacidad intelectual? Se trata de una condición que afecta el desarrollo del cerebro y la capacidad de aprender, comprender y procesar información. A menudo se diagnostica en la infancia, pero puede ser difícil de detectar hasta que el niño comienza la escuela.
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Los niños con discapacidades intelectuales suelen tener dificultades significativas, tanto en el funcionamiento intelectual (o sea en la comunicación, el aprendizaje o la resolución de problemas), como en el comportamiento adaptativo (por ejemplo, en las habilidades sociales cotidianas, las rutinas o la higiene).
Ahora bien, no todas las discapacidades intelectuales son iguales: pueden ser leves o más graves. Los niños, con formas más graves de discapacidad intelectual, por lo general requieren mucho más apoyo, especialmente en la escuela. Y quienes padecen un grado más leve de discapacidad intelectual, generalmente pueden adquirir muchas habilidades independientes, en especial si cuentan con buena enseñanza y apoyo.
Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice', donde explicamos todo sobre la discapacidad intelectual:
¿Cómo saber si un niño podría tener algún grado de discapacidad intelectual?
Hay muchos signos a los que estar alerta. Algunos de ellos son:
Sentarse, gatear o caminar más tarde que otros niños.
Aprender a hablar más tarde o que les cueste mucho hablar.
Tener dificultad para entender las reglas sociales, para resolver problemas o para pensar lógicamente.
Para llegar a un diagnóstico de discapacidad intelectual, el niño debería tener dos puntos: un coeficiente intelectual bajo y muchas complicaciones para funcionar socialmente en su día a día. Por eso, si piensas que tu niño podría tener algún nivel de discapacidad intelectual, es posible que tu pediatra te solicite algunos tests.
Para llegar a un diagnóstico de discapacidad intelectual, el niño debería tener dos puntos:
Un coeficiente intelectual bajo y muchas complicaciones para funcionar socialmente en su día a día. Por eso, si piensas que tu niño podría tener algún nivel de discapacidad intelectual, es posible que tu pediatra te solicite algunos tests.
Primero, un test de IQ o coeficiente intelectual es clave. Pero ten presente que, por lo general, estos tests no pueden administrarse hasta entre los 4 y los 6 años de edad.
Y segundo, un test de comportamiento adaptativo. Este hace una especie de comparación con el común de los niños de su misma edad y analiza cómo se desempeña en áreas como el cuidado personal, la comunicación y las habilidades sociales.
Lo importante como mamás es estar alertas y prestar atención… Y si tenemos dudas sobre el desarrollo o capacidades intelectuales del niño, debemos consultar con su pediatra u otro profesional de la salud. Y es que la detección temprana es muy importante para brindarles todo el apoyo que necesitan.
Cada niño tiene su propio ritmo y es importante contar con el apoyo de un profesional.
Igualmente, ten presente que los niños pequeños se desarrollan a su propio ritmo, y, quizás, el que aprendan a hablar o a gatear un par de meses después que su amiguito, no necesariamente sea para preocuparse, aunque es el médico quien deba evaluarlo.
Aunque no hay cura para la discapacidad intelectual, los niños que la padecen pueden aprender a hacer muchas cosas por sí mismos, solo que les tomará más tiempo y esfuerzo. Hoy en día hay asombrosos programas y recursos para apoyar a los niños con discapacidades intelectuales y también a sus familias, como la familyvoices.org, la cual se especializa en dar apoyo y recursos a niños con discapacidades y a sus familias.
