Los tiempos han cambiado y lo que antes era considerado algo que debía ocultarse por prejuicios sociales con respecto a la salud mental, hoy forma parte de una cultura de prevención e intervención para tener un sano desarrollo emocional. Aunque es una frase trillada, no nacemos con un manual que nos enseñe a ser madres y padres perfectos. En realidad vamos poniendo a prueba la maternidad y la paternidad en función de lo conocido. Así el hecho de buscar ayuda profesional siempre será un acto amoroso ya que eso implica que nos preocupamos por el bienestar de nuestros hijos y que habrá alguien objetivo y sobretodo “capacitado” para orientarnos y orientarlos. Es por ello que te comparto estas razones para que consideres la visita a un psicoterapeuta infantil.
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Un punto importante que necesitas considerar es que cuando decides buscar apoyo profesional, este tendrá efectos en todo el sistema familiar. Es decir, el terapeuta infantil no es un mago que con solo pronunciar las palabras mágicas hará que tu hijo modifique sus conductas. Tampoco es alguien que va a convertir a tu hijo en quien tú quieres que sea. En realidad, la labor de un psicoterapeuta infantil es de “facilitador” de la transformación que necesita todo el sistema familiar para que encuentren el equilibrio. Lo que sucede con los pequeños casi siempre es el efecto de lo que sucede dentro de las dinámicas en casa.
Escucha este episodio de nuestro podcast Mamá Dice, con consejos para saber cuándo llevar a nuestros hijos a un terapeuta infantil:
Cuando el pediatra diagnostica los constantes malestares físicos de tu pequeño como consecuencia del estrés.
Este es un indicativo importantísimo y que no lo debes dejar pasar por alto. Los niños tienden a somatizar las emociones y alojarlas en el cuerpo. Cuando esto pasa es porque sus mecanismos de afrontamiento ante las adversidades los llevan a colapsar y el organismo sufre las consecuencias. Existen enfermedades psicosomáticas muy comunes en los niños. Entre ellas están las alergias, la gastritis, la colitis y la migraña, entre otras. Es por ello que no basta con el medicamento, ya que si tu doctor te dice que el estrés ha sido un factor detonante también debes cuidar sus emociones.
Padece insomnio y no ha podido dormir bien durante semanas o incluso meses debido a pesadillas.
Si ya descartaste algún problema clínico con el neuropediatra, debes considerar al terapeuta infantil. Si bien es cierto que las pesadillas forman parte de una etapa en su vida, no significa que esto deba ser algo permanente o que dure mucho tiempo. Los psicoterapeutas infantiles pueden hacerle pruebas psicológicas que les dan una pista sobre el origen de los temores que está teniendo tu hijo y que se ven reflejados en el insomnio. El hecho de que no puedan llegar al sueño profundo puede ser porque algo les está inquietando y no han sabido cómo resolverlo. Incluso a veces les es difícil detectarlo por sí mismos, necesitan apoyo y contención.
Cuando tiene conductas que no son acordes a su etapa como volver a mojar la cama.
La enuresis o incontinencia nocturna en los pequeños puede tener diferentes causas que debes descartar con el pediatra. Si después de hacerle todos los estudios pertinentes no se encuentra una razón médica, entonces debes considerar la causa emocional y acudir con un terapeuta infantil. Hay muchos desencadenantes emocionales y por ser considerada una conducta regresiva es posible que esté relacionada con el hecho de que tu pequeño esté atravesando por cambios abruptos, como entrar a un nuevo colegio, el nacimiento de un hermanito o incluso estar pasando por la separación de alguien querido. Si el pequeño recibe apoyo profesional lo sabrá superar.
Porque tiene tics nerviosos que antes no tenía y que están afectando su salud.
Entre ellos puede ser arrancarse el cabello, comérselo, morderse las uñas y lastimar sus dedos. También puede rascarse el cuerpo hasta lesionarse, entre otros tics nerviosos. Este tipo de conductas repetitivas las tiene de forma inconsciente como una manera de regular los niveles de ansiedad que siente. Sin embargo, son el comienzo de conductas auto lesivas y el terapeuta infantil te ayudará a descubrir la causa y a encontrar la solución.
Porque tiene baja tolerancia a la frustración y esto afecta su adaptación escolar, social y familiar.
La baja tolerancia a la frustración es natural en el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos, sobretodo en las etapas en donde su cerebro está en formación y aún no está totalmente capacitado para una adecuada gestión emocional. Está caracterizada por manifestaciones de impulsividad e impaciencia por lo que buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata y les cuesta trabajo la espera. Sin embargo, se convierte en un problema cuando esto comienza a causarles ansiedad y problemas de adaptación en sus distintos entornos. Es importante que busques ayuda de un terapeuta infantil para que pueda entrenar a tu pequeño con ejercicios especiales para ser tolerante a la frustración.
Cuando está teniendo problemas de aprendizaje y dificultades de concentración que bajan su rendimiento académico.
En este caso el especialista necesita ser un psicólogo educativo o neuropsicólogo especializado en problemas de aprendizaje. Es importante que descarten cualquier tipo de problema cognitivo que le esté impidiendo tener un adecuado rendimiento académico, ya que será él quien determine si el problema es emocional o hay que reforzar algunas habilidades de desarrollo. Esto depende de la evaluación del experto quien sabrá abordarlo de la forma necesaria. Es importante que lo trates a tiempo para que esto no afecte su autoestima o sentido de pertenencia grupal. Es posible que no vaya a la par de sus compañeros en el desempeño escolar y eso le pueda producir ansiedad.
Cuando está siendo víctima de bullying escolar.
En este caso no esperes, es imprescindible que consultes con un terapeuta infantil para que tu hijo aprenda a enfrentar a los compañeros que lo acosan y lo resuelva de forma sana. Lo que puede sostener esta conducta de permitir ser acosado es la inseguridad y baja autoestima. Por ello es sumamente importante que sea evaluado por un especialista con la intención de encontrar los motivos de su inseguridad. Recuerda que muchas veces tiene que ver con los métodos de crianza y con temores que se gestan en casa. Así que necesitas tener disposición para hacer los cambios necesarios ya que esto es lo que garantizará que tengas buenos resultados.
Cuando es el victimario que acosa a otros niños haciendo bullying
A las madres y padres a veces les es muy difícil aceptar que su hijo pueda ser considerado el malo de la historia. En la negación consciente o inconsciente pueden buscar millones de argumentos con los que quieran justificar la conducta de su hijo. Por ello, el primer paso es que como madre seas objetiva y le pidas lo mismo a su papá ya que no se trata de catalogar a niños buenos o malos, no es una guerra. Se trata de ser madres y padres responsables que se enfoquen en el conflicto interno que el niño podría estar viviendo. Con estos casos también es imprescindible la labor de un terapeuta infantil.
Cuando el niño tiene manifestaciones de inseguridad y eso le impide tener una adecuada integración con sus amigos.
Puedes notar que va a una fiesta infantil y prefiere estar sentado contigo en lugar de acercarse a jugar con otros niños. Además, le cuesta mucho pedir lo que necesita e incluso no lo hace. Prefiere anularse, aislarse del grupo y casi no habla. Participa poco en la escuela y lo percibes con falta de motivación o energía. Es importante que no te quedes con ninguna duda y consultes con un especialista. Puedes preguntarle a tu pequeño si pasa algo y pedirle que confíe en ti, que te cuente sus temores o como se siente. Sin embargo, no sería suficiente. Necesitan ayuda profesional para que ambos puedan ayudarlo a construir su seguridad.
Cuando es extremadamente desafiante y se niega a seguir las normas.
Es importante que en este caso también consultes con un paidopsiquiatra para que puedan hacerle los estudios médicos pertinentes y llevar un tratamiento de manera integral en conjunto con un psicoterapeuta infantil. Los constantes desafíos pueden tener muchas causas y cuando es un tema emocional es posible que se deban implementar cambios en casa. Sobretodo en el tema de los límites o la forma en cómo se establecen. Esta orientación te la ofrecerá el experto, quien te dará las estrategias que puedes aplicar en casa. Para ello requieres mucha disposición de toda la familia ya que se debe unificar el criterio educativo.
Cuando no está sabiendo enfrentar el cambio de la llegada de un nuevo hermanito.
Aunque la sensación de desplazamiento es algo natural debido a todos los cambios que se implementan en casa ante la llegada de un nuevo miembro a la familia, es posible que a tu pequeño le esté costando mucho más tiempo del normal. No es que exista una fecha exacta para que se adapte, pero toda adaptación a un cambio tiene un periodo de duración aproximado de seis meses y si pasa de este tiempo y pronuncia frases como: “odio a mi hermanito” o peor aún, comienzan a tener conductas que atenten contra el bebé, es importante que tomes cartas en el asunto y busques ayuda profesional.
Cuando tienes sospechas de abuso sexual.
Las madres tenemos un sexto sentido que nos avisa cuando algo no anda bien con nuestros hijos. Más vale que peques de exagerada que dejarlo pasar. Así que hazle caso a tu intuición y si lo que has observado en tus pequeños te parece extraño, no dudes en acudir con un terapeuta infantil para que le pueda aplicar las evaluaciones pertinentes y darle el soporte emocional que necesita en caso de que esté sucediendo. Es importante que el terapeuta infantil que busques esté capacitado en casos de abuso sexual, de esta manera la orientación será la adecuada.
Cuando lleva muchos ciclos escolares, llorando antes de entrar al colegio.
No todos los niños son iguales. Para unos la separación es mucho más fácil que para otros. Los pequeños que permanecen en esta conducta donde sienten ansiedad por separación y que incluso les provoca somatizaciones por estrés no pueden dormir por la noche pensando en que irán al colegio y tendrán que separarse de mamá. Ellos pueden desarrollar niveles muy altos de ansiedad y vivir en una angustia permanente. Por ello, es muy importante consultar con el psicoterapeuta infantil y que así determine si el niño está teniendo problemas de apego para solucionarlo sin que deje secuelas en su vida futura.
Cuando no puede controlar su ira y lesiona a sus compañeros, hermanos o a cualquier persona sin medir las consecuencias.
Es evidente que tu pequeño está teniendo problemas de gestión emocional que afectan su capacidad de empatía y que lo llevan a impulsos exagerados. Puede utilizar el lápiz como arma, golpear a otros sin motivo aparente y ser extremadamente agresivo cuando puede resolver los conflictos de forma asertiva. Es notorio que sus niveles de agresividad sobrepasan los límites y necesita ayuda. El terapeuta va a evaluar cuáles son las causas que lo llevan a esta conducta. Probablemente lo tengan que trabajar en conjunto con un paidopsiquiatra o un neuropediatra.
En caso de que tu hijo adolescente esté dejando de comer.
El psicoterapeuta debe ser especializado en adolescencia y trastornos alimenticios, de esta manera le sabrá dar la ayuda adecuada a tu hijo, sobretodo porque es una etapa vulnerable donde la anorexia y la bulimia pueden hacer acto de presencia. El trabajo también es integral con otros especialistas como el experto en nutrición. Claro que notarás que el desequilibrio alimenticio está acompañado de otros aspectos emocionales como irritabilidad excesiva, preocupación excesiva por su figura e incluso tira o esconde los alimentos.
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