Hablar sobre política con tus pequeños es una magnífica oportunidad pedagógica para enseñarles sobre múltiples temas. Esto es así porque está muy relacionada a términos como democracia, justicia, honestidad y respeto. Además, con toda la información a la que están expuestos, es un hecho que se dan cuenta de que hay muchas cosas sucediendo a su alrededor y merecen ser incluidos. Antes, se excluía a los niños por ser considerado un tema de adultos, como si no fueran a entender lo que pasa. Hoy día es importante que desde chicos les resuelvas sus dudas y los orientes, ya que esto ayudará al desarrollo de un pensamiento crítico y a la comunicación de opiniones y sugerencias creativas.
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Tanta inestabilidad social y política que ocurre a su alrededor no puede pasar desapercibida ante sus ojos. Por ello, es posible que tengan muchas dudas porque a su manera están intentando entender el mundo en el que viven.
Sería un gravísimo error si decides cambiar el tema pensando que son demasiado pequeños para comprender o estar al tanto de lo que ocurre en su país o comunidad. Sin embargo, como dicen por ahí, la información es poder y debes guiarlos de la mejor forma porque tú eres su única fuente confiable.
Cuando hables de política con tus hijos evita imponer tu punto de vista.
Aunque seguramente tienes una postura política definida y convicciones firmes al respecto es importante que no adoctrines a tus hijos en función de tu visión o perspectiva. Esto es porque debes permitir que ellos desarrollen su capacidad de análisis desde su nivel de comprensión. Es decir, desde conclusiones propias. Tú podrás orientarlos en sus dudas, pero es importante que tengan convicciones y que las vayan madurando desde su pensamiento.
Enséñalos a debatir haciendo preguntas que los inviten a pensar.
Jamás muestres desacuerdo en las reflexiones que te comparten ya que corres el riesgo de que lo confundan con rechazo o crítica y eviten decirte lo que piensan. Es sumamente importante que tu postura corporal sea receptiva, de gran capacidad de escucha y por muy descabellado que suene lo que digan, manifiesta tu aceptación. Después realiza preguntas que los lleven a analizar lo que te dijeron. Comienza con preguntas como: ¿Qué piensas si lo vemos al revés? y ¿Qué harías tú si fueras la persona tal…?
Debes ser muy enfática en que todos debemos respetar las opiniones de los demás.
Para ello debes ser congruente y poner el ejemplo. Evita utilizar frases que descalifiquen las convicciones políticas o sociales de otros. Ayúdale a tu hijo a aprender empatía y explícale po qué alguien puede pensar de forma diferente. Recuerda que la empatía no es una justificación para las injusticias. Es sólo que siempre hay algo detrás (educación, religión, cultura) que puede lleva a desarrollar diferentes posturas ante la vida.
Enséñales cómo ha evolucionado la política y el derecho al voto, tienen una historia que deben conocer.
Es importante que les hables de los progresos históricos para que vayan comprendiendo todo de acuerdo a los contextos que se presentan. Antes, cuando la mujer era relegada y se le negaba el derecho al voto, vivíamos en una sociedad machista y es por ello que puedes introducir los valores de la igualdad dentro de la conversación que tengas con ellos. De ahí que puedas tocar muchos temas de manera que puedan aprender un nuevo enfoque de vida.
Ayúdalos a pensar en el bien de la comunidad y preguntales qué harían si fueran el presidente.
Esta pregunta te ayudará a reconocer el nivel de empatía y sentimiento de comunidad que tienen tus pequeños. Incluso notarás el concepto que tienen de un presidente, es decir, si su concepto está basado en percibirlo como una figura de poder o de ayuda y compromiso. Más allá de juzgar a una persona, se trata de que les expliques lo que un rol tan importante puede representar para un país.
Háblales de la importancia de elegir más allá del carisma de cualquier candidato.
Los niños e incluso lo adolescentes, pueden tener inclinación a elegir a un amigo, o a un grupo de amigos desde el carisma más que desde una cualidad humana. Eso es debido a la necesidad de pertenencia e identidad. Por ello, tienden a creer en sus ídolos ya que su corta edad les impide tener la experiencia y madurez para notar que hay muchas cosas más allá de la apariencia. Aunque quizá aún no te entiendan del todo, es posible que siembres una idea que les servirá en un futuro.
Ayúdalos a reconocer sus primeras experiencias en temas de elecciones de acuerdo a su contexto.
Aunque sientan que su corta edad les impide participar en la política, en las votaciones o en debates sociales hazles saber que desde su propia dinámica y de acuerdo a su edad, ellos ya viven momentos de elecciones e incluso de decisiones aunque no lo noten. Por ejemplo, cuando votan por el jefe de grupo del colegio o cuando elijen a sus equipos. De esta forma sabrán que su vida estará repleta de elecciones para el bien común y que ellos son participantes activos desde pequeños.
Practica la democracia en casa.
El ejercicio de la democracia es algo que sólo comprenderán desde pequeños ejercicios en casa como que todos como familia voten por lo que quieren hacer el fin de semana, por ejemplo. Igualmente pueden elejir la película que verán en casa o que opinen sobre el lugar en el que quieren vacacionar el próximo verano. En fin, lo importante es que se sientan que fueron tomados en cuenta, que sus propuestas son escuchadas y evaluadas para el bien de todos.
Explícales que en ocasiones hay que manifestarse para luchar por los derechos.
Intenta que no asocien derechos con guerra o conflicto. Aunque hay diferentes tipos de manifestaciones, lo importante es que sepan que es básico levantar la mano y pedir lo que necesitan para lograr ser escuchados. No juzgues o descalifiques las manifestaciones que no son pacíficas o las que son religiosas. Tampoco las justifiques. Lo importante es que le preguntes qué haría y qué piensa de ese grupo de personas que están manifestándose. De esa forma comenzarán a desarrollar un criterio libre de juicios.
Escucha sus puntos de vista ante cualquier disturbio social o situación política sin descalificar.
Lo importante es que escuches con atención sus opiniones y las traslades a situaciones de su vida que puedan comprender. Un disturbio social puede ser equiparado a una manifestación pacífica de su grupo de colegio al no estar de acuerdo con los tratos de algún compañero o profesor. Una votación puede ser en el consejo estudiantil y una elección está basada en los maestros o amigos que consideran sus preferidos, es importante que les preguntes ¿por qué?
Utiliza libros infantiles para que los niños entiendan de política y democracia.
Hoy día existe mucho material pedagógico del que puedes echar mano. La política ya no es cosa de adultos y nada más. El que tus hijos comprendan todo lo que encierra la política es algo que les va a ayudar a desarrollar su capacidad en la toma de decisiones, en el bien común y en el liderazgo visto desde la responsabilidad y el trabajo en equipo. Un país lo componen todos sus habitantes y es responsabilidad de todos sacarlo adelante.
No necesitan tener la información gráfica de los disturbios sociales o guerras para aprender.
Debes tener mucho cuidado de lo que tus hijos ven en Internet o en las noticias. A veces las imágenes de las guerras, las manifestaciones y los disturbios son muy gráficas e incluso estresantes. Es importante que conozcan el conflicto y den una opinión sobre ello. Sin embargo, no se trata de que tengan contacto con fotografías o escenas desagradables que puedan generarles preocupaciones innecesarias o pensamientos catastróficos.
Aprovecha sus dudas para hablar un poco de la historia de tu país y prepárate bien para hacerlo con la información correcta.
Aunque parezca aburrido o incluso innecesario, dar un repaso a la historia de tu país te ayudará a entender el devenir de muchos eventos a lo largo del tiempo. No se trata de investigar por que sí, se trata de entender cómo han venido sucediendo las cosas en la evolución de un país. Cuando te hagan preguntas sobre las votaciones, habla de los presidentes que hicieron cambios históricos y explícales lo que pasó y como ayudaron a los países a avanzar. No es que seas una maestra de historia, pero será interesante para todos conocer datos relevantes.
Cuando no sepas qué responder ante sus preguntas de política, investíguenlo juntos en fuentes confiables.
Los niños muchas veces tienen dudas impredecibles, pero sería lamentable que no pudieras resolverlas o que se quedaran con la incógnita. Un niño que pregunta tiene sed de conocimiento y mucha curiosidad. Así que cuando no sepas qué decir, investiga con él la respuesta. No dejes que pase mucho tiempo, es importante aprovechar los momentos de interés genuino para que tengan un aprendizaje significativo.
Pídele tres propuestas que harían a un mundo mejor y envíenlas a alguna página de activismo social.
Es importante que, aunque no reciban respuesta de la página, tu hijo sienta desde pequeño, la motivación de generar ideas creativas e incluso que se atreva a proponerlas. Es un ejercicio llevado a una práctica real que va mucho más allá de un proyecto escolar. Se trata de que desarrolle ideas para el bien común y que las proponga como una forma de internalizar su derecho a hacerlo.