Debido a los avances tecnológicos y acceso a las redes sociales los niños están mucho más expuestos a enterarse de las tragedias y masacres que ocurren en el mundo. Con solo tomar sus dispositivos electrónicos y revisar un poco en la red pueden tener contacto inmediato con toda la violencia que se vive en el planeta. Masacres, tiroteos, guerras, genocidios, muertes, desastres naturales… en fin, la lista es larga y por lo tanto es mucha la información que reciben sin ningún tipo de filtro. Es por ello que debemos darle la importancia que se merece al hecho de platicar sobre estos temas delicados con nuestros niños y aquí te explico un poco sobre cómo puedes hacerlo.
Más en MamásLatinas: Cómo hablar con nuestros hijos sobre el racismo y la importancia de la igualdad
Cuando los pequeños tienen contacto con eventos de violencia ya sea de manera directa o indirecta, es importante evaluar el impacto y no pensar que con no hablarlo o evitar el tema lo van a olvidar. Este pensamiento equivocado en muchas madres y padres tiene una buena intención, pero eso no implica que sea una buena solución. Así que mejor comunícate con ellos claramete y habla de estos temas siguiendo estos consejos que te comparto.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Hazle saber que contigo puede hablar de todos sus miedos.
Tu pequeño necesita saber que puede confiar en ti y que tú serías incapaz de juzgar sus sentimientos. Es importante que sepa que no está mal sentir miedo, tristeza o cualquier tipo de emoción que se considere negativa ya que toda emoción tiene una función importante en nuestra vida. Las lágrimas nos ayudan a encontrar la calma, los miedos nos ayudan a encontrar soluciones y los gritos de furia nos ayudan a descargar el peso del enojo contenido. Si tu niño sabe que validas sus emociones sin descalificarlo te contará lo que sea que haya visto, vivido o experimentado desde el contacto con la violencia o con una tragedia.
En las conversaciones debes tomar en cuenta su edad.
La forma de conversar con tu pequeño dependerá de su nivel de comprensión y por lo tanto las rutas que tomes para comunicarte con claridad y lograr que entienda lo que le quieres decir tienen que estar enfocadas en estrategias que aseguren que la información que les quieres proporcionar sobre la violencia o la masacre que presenciaron no acrecentará sus miedos. Son temas delicados por lo que es mejor que hagas uso de películas animadas o de cuentos que los ayuden a entender el tema. Existen muchos sitios web que contienen cuentos que enfocan la violencia de una forma en la que tus pequeños preescolares y escolares pueden comprender. El objetivo debe encausarse a que se sientan seguros y que sepan que los cuidarás de que nada malo les ocurra.
Escucha todas sus preguntas y contéstalas sin importar cuántas veces las hagan.
Ten paciencia, evita desesperarte puesto que los niños tienden a preguntar muchas veces lo mismo. No es que no te pongan atención y aunque ya les proporcionaste la respuesta, puede que sean insistentes en seguirte preguntando lo mismo. Lo que sucede es que vuelven a los temas para reforzar y reafirmar la comprensión de todo lo que les has contado. Necesitan asimilar la información y armarla en su mente y corazón para poder darle un sentido. Por lo tanto, resuelve todas las dudas que tengan con respecto a lo que vieron, escucharon o presenciaron, sobretodo porque cuando se trata de violencia pueden sentirse muy ofuscados y confundidos.
Refuerza la importancia de los valores universales para prevenir las tragedias.
Todo tiene una causa y un efecto. Esta es la mejor forma en la que tus hijos lo pueden comprender. Por ejemplo, a falta de respeto al planeta, el resultado será una crisis ambiental que puede provocar un desastre natural. Si tiramos basura, si no reciclamos o contaminamos, no estamos respetando y es una forma de violencia pasiva para todos los que habitamos nuestro planeta. Otro ejemplo podrías ser hablarles de la humildad, que es la que nos permite hacer acuerdos para la paz y ayuda a evitar las guerras. Cada valor universal tiene una función de convivencia y bienestar, pero ellos deben entender la cadena de causa y efecto del mismo. Menciona los más importantes con ejemplos: honestidad, humildad, respeto y responsabilidad.
Ten un control o candado en sus dispositivos móviles.
Aunque como dice el dicho, no podemos tapar el sol con un dedo, lo mejor es que tengan el mayor filtro posible ante los datos gráficos con respecto a cualquier tragedia que se relacione con muerte, guerra o violencia. Fotografías, imágenes o incluso escenas reales podrían dejar en tus pequeñas huellas muy importantes a nivel emocional que les generarían un descontrol en su concepto de la realidad. Si la exposición es excesiva podrían normalizar la violencia o desarrollar un temor desmedido que traería como consecuencia la inseguridad. Lo mejor es que estés muy pendiente de las cosas que ven en internet y de las páginas que visitan con frecuencia.
Explora sus fantasías catastróficas.
Si tus niños han tenido contacto con alguna masacre o la han visto en los medios de comunicación, es posible que su imaginación los lleve a desarrollar un temor a que les pase algo malo. Es posible que tengan pesadillas o que durante algún tiempo estén en estado de alerta y estar en estrés permanente. Más allá de decirles que no tengan miedo, lo importante es que lo descarguen, que te cuenten lo que han imaginado, que lo dibujen o que lo escriban, de esta forma lo ponen fuera de sí y les sirve como una catarsis que los ayuda a equilibrar sus emociones. Hablar repetidamente de sus fantasías catastróficas hace que pierdan fuerza y que poco a poco se vayan difuminando.
Evita descalificar sus miedos pidiéndoles valentía.
Frases como: `No es para tanto, no exageres, se valiente, no llores, tienes que ser fuerte’, limitan su capacidad de expresión pero sobre todo limitan su salud emocional. Es importante que sientan que los escuchas con atención y sin juicio alguno. Además, la verdadera valentía va de la mano con la vulnerabilidad y la sensibilidad. Tus hijos no son robots sin sentimientos y necesitan expresar su empatía por lo que ven o escuchan sobre tragedias o catástrofes porque su sensibilidad es sinónimo de comprensión empática.
Pregúntales qué le gustaría hacer para ayudar
Existen muchas fundaciones que recaudan ropa y alimentos para personas en situación de guerra o también existen otras alternativas como la ayuda humanitaria o cualquier tipo de apoyo altruista en el que pueden sentirse parte de una solución a lo que está ocurriendo. Si ellos forman parte activa poniendo su granito de arena en la reconstrucción posterior a cualquier tipo de masacre o tragedia como la guerra, pueden sentir que pueden ser pieza fundamental en la recuperación y apoyo hacia otros.
Actúa ante cualquier señal de cambio que notes en su comportamiento.
A veces los niños no encuentran las palabras para expresar lo que sienten ante los eventos a los que pudieron haber estado expuestos y muchos de ellos podrían parecer indiferentes ante las tragedias o la violencia. Sin embargo, existen muchas formas en las que un pequeño puede manifestar sus preocupaciones. Entre estas se encuentran las psicosomatizaciones, que son enfermedades provocadas por las emociones. Por esto se podrían quejar de dolores del cuerpo en general, otra forma es a través del insomnio o incluso de cambios muy abruptos en su comportamiento. De ahí la importancia de no evadir estos temas.
Karina Suárez Fernández es psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.