No podemos ponernos una venda en los ojos. Hoy en día debemos asumir con responsabilidad la realidad de que el Covid-19 sigue representando un riesgo latente. Aunque el regreso progresivo a las actividades cotidianas es algo necesario, no debemos perder de vista que nuestra realidad hoy implica cambios radicales en nuestros hábitos. Esto nos lleva invariablemente a enseñarles a nuestros hijos la importancia del distanciamiento. Así que aquí te comparto unos consejos que pueden ayudarte a que tus hijos aprendan a cuidarse cuando regresen al colegio.
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Claro que es todo un reto; tomemos en cuenta que los niños descubren, conocen, y aprenden del mundo a través de sus sentidos. Por lo que es lamentable la forma en cómo este distanciamiento puede frenar el desarrollo natural de los niños. Sin embargo, la salud siempre debe ser una prioridad.
Aunque existen muchas estrategias que los colegios pondrán en práctica para lograrlo, es importante que tus pequeños ya lleven un entrenamiento previo desde casa con la intención de que tomen conciencia de la situación y de que aprendan a cuidarse. La intención no es que los asustes. Al contrario, es con el fin de brindarles la seguridad que necesitan para sentirse cómodos en su retorno y sobre todo para que se adapten a los cambios con mayor disposición. Así que pon atención a estas recomendaciones.
Que sepa que comprendes sus ganas de tener contacto con sus amigos sin sentirse juzgado o regañado.
El hecho de que sean comprendidos, que sepan que los entiendes y te pones en su lugar, les ayudará a entender que es normal si se sienten ansiososs o incluso impacientes cuando tienen que mantener la distancia. Esta comprensión no hará que se sientan raros porque sabrán que son sentimientos comunes. Diles algo así como: “Sé que vas a querer conversar con tus amigos y abrazarlos porque los extrañas, pero aprendamos a hacerlo de otra forma”.
Usa cuentos que propone la Unicef en su página y ayúdalos a entender lo que está pasando de una forma pedagógica.
La UNICEF ha publicado una serie de cuentos que te serán muy útiles para evitar que tu hijo viva el regreso a clases y el distanciamiento de una forma estresante. A través de una historia puedes tener mejor comunicación con él, las metáforas le ayudarán a relacionarlo con su propia experiencia y además es algo didáctico que te será de gran utilidad para resolver sus dudas.
Practiquen en casa los posibles escenarios y enséñale estrategias para mantener la distancia.
Imaginar lo que puede pasar en el salón de clases o en el patio de juegos es un ejercicio magnífico para hacer una dinámica llamada: ¿Qué harías sí…? Por ejemplo, le puedes preguntar: ¿Qué harías si una amiga o amigo se acercan y te quieren abrazar? o ¿Qué harías si algún compañero te quiere contar un secreto? Eso sí, lo importante de este juego es que tú le des las alternativas de respuesta verbal o en acciones que debería tener de forma muy asertiva.
Hazle saber que puede seguir siendo sociable a pesar del distanciamiento físico.
A pesar de que los niños tienden mucho al contacto, es importante que comprendan que la distancia física no limitará sus habilidades sociales ya que pueden seguir conversando con sus compañeros y jugando con ellos de forma diferente e incluso creativa. Pueden comunicarse a través de dibujos o pueden tener claves a distancia que tengan significados especiales. En fin, pueden crear un código de comunicación en el que pueden apoyarse para socializar con sus amigos.
Evita contagiarle tu angustia, cuida la forma en cómo te expresas del distanciamiento físico.
Si tu cara es de angustia ante las indicaciones que le des sobre el distanciamiento físico, el mensaje no verbal que le estarías dando es de que está en peligro. No debes asustarlo. Es muy importante que esto lo aprenda como un hábito más en su rutina cotidiana, de lo contrario, estaría en un estado de estrés o de alerta permanente que le impediría disfrutar su regreso a clases. El distanciamiento es un hábito necesario en la actualidad. Cuida tu voz y tu lenguaje corporal.
Ayúdalo a desarrollar nuevas formas de expresión de cariño hacia sus compañeros.
Aunque el abrazo, el beso o incluso a veces el contacto brusco forma parte de las muestras de cariño que están acostumbrados a dar, es importante que las transformen en nuevas manifestaciones. Deja que ellos elijan cómo hacerlo. Tú puedes darles alternativas como cerrar tus ojos en señal de un saludo amable o decirle que tenga un símbolo en una tarjeta que represente una frase, la que el siempre acostumbre decir a sus amigos. En fin, lo importante es que des soluciones creativas a su necesidad de expresión.
Es imprescindible que mantenga la empatía, la distancia social no debe confundirse con exclusión.
Existe una línea muy fina entre el autocuidado y lo que podría derivarse en conductas de exclusión hacia sus compañeros. Puede ocurrir desde discriminar al compañero que estornudó y hacer comentarios negativos al respecto hasta hacer bandos dentro del salón de clases en contra de algún compañero que presente síntomas que se confundan con los del Covid-19. Es importante que practiques formas de ser amable y de solucionar sus miedos sin hacer exclusiones.
Muestra en casa con una cinta métrica, el espacio que debe procurar mantener entre sus compañeros.
Para que le quede mucho más claro el concepto de la distancia social, es importante que cuenten juntos los pasos necesarios que debe dar para mantenerse en dicha distancia, medirla con un listón o con una pequeña cinta que le dé una idea clara de lo que significa. Puedes pedirle que imagine una especie de burbuja invisible y que todos están dentro de la suya para que le parezca un juego. Recuerda que no debe vivirlo como un concepto de exclusión.
Enséñale que durante los recreos debe evitar juegos que impliquen contacto físico.
Existen un sinfín de juegos que no necesitan acercamiento como las escondidas o las atrapadas. Lo importante es que sean divertidos y que cumplan la norma de la distancia entre compañeros. Sé que es un tema del que se debe de encargar la escuela, sobre todo en cuanto a la supervisión. Sin embargo, tu pequeño debe saber que esto no lo limitará para seguir socializando con sus amigos de una forma diferente.
Que haga equipo con sus compañeros y se turnen el recordatorio para mantener la distancia.
Afortunadamente la mayoría de los niños tienen el maravilloso don de vivir el presente y de disfrutar el aquí y ahora. Sin embargo, en las condiciones actuales esto puede ser perjudicial si debido al momento disfrutado, olvidan las precauciones que deben tener presentes. Es por ello que puedes sugerirle a tu hijo que haga equipo con sus mejores amigos para que se recuerden constantemente las normas del distanciamiento, sobre todo si ven que se les olvidan.
Si le genera ansiedad el distanciamiento pídele que sacuda su cuerpo para relajarse.
Aunque es muy probable que la escuela ya haya desarrollado programas de gestión emocional dentro del aula debido a la situación actual, es importante que en casa platiquen sobre sacudir su cuerpo cuando sienta ansiedad, como si tuviera que quitarse hormiguitas de los brazos y de las piernas. Además, puedes pedirle que corra un poco en el mismo lugar o que se estire totalmente para relajarse y que respire profundo.
No debe prestar sus pertenencias; puedes practicar una frase amable para que lo exprese a sus compañeros.
En este momento las pertenencias no se pueden compartir y es importante explicarle con los cuentos que te sugerí o con los que tú elijas, porqué no es conveniente. La intención no es que se vuelvan egoístas o envidiosos. Recuerda, la intención tampoco es que sientan temor. En realidad puedes hablar del virus en los objetos más que las partencias en sí. No pierdas de vista el enseñarle cómo debe decir “no” sin ser grosero o agresivo.
Si quiere consolar a algún amigo es mejor que se abrace a sí mismo como señal de apoyo a distancia.
La empatía, el amor y la compasión muchas veces se muestran con acercamientos afectivos como el abrazo o incluso una pequeña palmada en la espalda. En estos momentos deberá inventar nuevas formas de apoyar a sus amigos. Quizá pueden crear una porra o también como te lo sugerí en puntos anteriores, claves de lenguaje corporal que expresen dicho apoyo. Recuerda que lo importante de esto es que no sienta que su forma de expresión se perderá por el distanciamiento.
El uso del cubrebocas también forma parte del distanciamiento social.
Los niños pueden sentirse molestos e irritables con el uso del cubrebocas; les puede dar calor, ser sensibles al elástico o a la tela y tener la necesidad imperiosa de quitarlo de su boca en busca de libertad. Y de nuevo, aunque seguramente la escuela ya tiene las estrategias psicopedagógicas pertinentes, tú debes explicarle (sin angustia) la importancia de que lo use.
Pregúntale lo que le gustaría hacer cuando ya no sea necesaria la distancia social.
Una forma de mantener la fe y la esperanza de un mejor futuro y sobre todo mantener el ánimo en tus pequeños es que sepan que esto es transitorio, que es algo necesario, pero que todo pasa y que esto también pasará. Así que imaginen juntos lo que les gustaría hacer cuando el virus haya desaparecido por las vacunas que se están creando y que algún día no muy lejano serán aprobadas. De esta forma se sentirá mucho más animado.