Cambios en el cerebro de los adolescentes que debemos conocer para entender sus conductas

Como todas las madres sabemos, la adolescencia está llena de mitos. Siempre se ha pensado que es una etapa terrible e incluso muchas nos sentimos temerosas de vivirla con nuestros hijos. Todo período en nuestros retoños tiene sus retos y desafíos en el acompañamiento que como madres debemos darles y la adolescencia no es la excepción. Es por ello que entenderlos desde su desarrollo cerebral nos ayudará a comprender mucho mejor el por qué y para qué de muchas de sus conductas y sus cambios tan estigmatizados. También nos dará una pauta para comprender por qué es una etapa tan trascendental en la vida de todo ser humano.

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La Organización Mundial de la Salud define adolescencia como el período de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta. De acuerdo con esta entidad, ocurre entre los 10 y los 19 años cuando se da una de las etapas más importantes en el crecimiento. Además, enfatiza que es una etapa importante debido a un acelerado crecimiento y muchos cambios biológicos.

Uno de los temas más importantes en cuanto al desarrollo de su cerebro está relacionado a la toma de decisiones y también con las conductas de riesgo, entre otras cosas que te comparto más adelante en la lectura.

Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' sobre los cambios que ocurren en el cerebro durante la adolescencia:

Los adolescentes tienen dificultades para frenar sus impulsos y su cerebro es responsable de ello.

On his grind
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Antes de estigmatizarlos con que son cosas de la edad, son rebeldes o no se quieren controlar, es importante entender que todo en el desarrollo implica un proceso. Cuando aprendimos a caminar nuestro cerebro tuvo que estar preparado para ello y en el caso de los adolescentes, gestionar sus impulsos depende de ciertas condiciones en su corteza prefrontal con las que aún no cuentan y que son las que les permiten distinguir los peligros y riesgos.

Los adolescentes no miden el riesgo porque prefieren las mieles de la recompensa.

Teenage girls' hands are holding trophies, congratulations on success.Conception of victory in the competition.
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De acuerdo con muchos neurocientíficos, el cerebro del adolescente da más importancia a la recompensa que al peligro que corren en cuanto a su seguridad e integridad física. Por lo tanto, dejan en segundo lugar la cautela para poner en primer lugar la ganancia de cualquier acción. Está relacionado con las regiones cerebrales que encienden el placer debido a la motivación que les produce sentirse ganadores, esto apaga su sentido del peligro.

Los adolescentes tienen dificultades para gestionar la ira debido a la inmadurez del área encargada del razonamiento.

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El área conocida como amígdala es la responsable de las reacciones instintivas y está mucho más potencializada en comparación a la corteza pre-frontal, que es la zona que controla el juicio y la planeación. Es por ello que el primer interruptor encendido ante cualquier evento será la reacción emocional debido a que el razonamiento aún no está totalmente desarrollado o conectado.

El cerebro del adolescente toma decisiones y resuelve problemas desde el impulso inmediato.

Fun Times With My Friends
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Debido a que la amígdala forma parte del cerebro emocional, hace que los adolescentes se dejen llevar por la necesidad inmediata y por saciar cualquier deseo desde la emoción. Es muy complicado que puedan evaluar los efectos debido a que como te comentaba, la capacidad de análisis está regida por la corteza prefrontal a la cual le falta madurar. Esto significa que no hay un análisis reflexivo sino que más bien se responde desde la parte de lo que hoy se conoce como el cerebro emocional.

Los adolescentes tienen la oportunidad para construir el cerebro que los acompañará el resto de su vida.

Student shows the brain .
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Antes se pensaba que la infancia era la única etapa en la que se podía tener el desarrollo máximo intelectual. Sin embargo, las últimas investigaciones reafirman que el cerebro se sigue desarrollando de manera inimaginable durante la adolescencia. Esto significa que el cerebro sigue madurando y que las condiciones del entorno empujan a un desarrollo saludable. Es por ello que el ambiente que lo rodea debe ser muy nutritivo e impulsar su capacidad a su máximo potencial.

Son incapaces de mirar el panorama entero de cualquier situación.

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Debido al proceso de madurez de algunas funciones ejecutivas, el adolescente presenta aún algunas incapacidades para mirar el panorama entero de cualquier situación de forma objetiva, global o integral. Esto provoca que pasen por alto datos que podrían marcar los efectos de sus decisiones y por lo tanto se van por el camino de lo que les entusiasma por gratificación inmediata.

El cerebro del adolescente tiene una gran plasticidad que trae consigo ventajas, aunque también riesgos.

Choose health or addiction, two different ways
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Significa que tienen una gran capacidad de aprender y también de plasmar lo aprendido, el problema es que pueden aprender cosas nutritivas, pero también destructivas, sobretodo cuando se trata de adicciones, ya que los lóbulos frontales y el hipocampo que son regiones del cerebro asociadas con la adicción están más desarrolladas en esta etapa y por ello es que pueden ser más propensos a ello.

Al cerebro del adolescente le gustan los retos y esto tiene que ver con la persistencia evolutiva.

Portrait of self-confident teenage girl raising hands showing power, feeling independent. isolated on pink background
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Los retos y la toma de riesgos pueden tener una función adaptativa a nivel evolución. Sin embargo, hoy en día pueden ser utilizados a favor de la persistencia en una meta sana si al mismo tiempo se le guía adecuadamente en el control de la frustración y de los impulsos. Los retos han creado a lo largo de la historia grandes obras de arte y en su mayoría fueron hechas por adolescentes y a la fecha, las grandes creaciones en todas las áreas de la vida, han sido resultado de la etapa adolescente del creador.

El cerebro del adolescente genera un aumento de habilidades de memoria, velocidad y respuestas fluidas.

Horizontal portrait of black man in white t-shirt with fingers on temples, isolated on blue background
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Debido a que ya tienen un mayor recorrido a diferencia de los niños, saben muchas más cosas y además manejan mucho mejor el pensamiento abstracto. Esto significa que pueden mentalizar una situación hipotética, además de que su memoria a corto plazo y la velocidad del procesamiento se ve reflejado en la elaboración de tareas complejas. Los vuelve sumamente resolutivos.

Su desarrollo cerebral es tan dinámico que su gasto energético en el aprendizaje es menor.

Happy young curly beautiful woman sitting on the floor with crossed legs and using laptop on red background.
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Aunque sus niveles de concentración sean aparentemente bajos, están conectando todos los circuitos que les permiten absorber los estímulos del entorno. Esto implica que pueden aprender muy rápido y no necesitan de sobresfuerzos para entender o comprender algo. Esto les permite tener las estrategias para resolver las cosas bajo la ley del menor esfuerzo, por ello ven la vida de forma simple y sin dramas.

Tiene un cambio impresionante en el desarrollo del cerebro llamado cerebro social.

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El cerebro social contiene las regiones implicadas con la interacción y la comprensión hacia otros. Es por ello que es una etapa en donde el sentido de pertenencia y el compromiso con diferentes luchas sociales es tan arraigado. Además, esto produce una separación emocional de la familia de origen para sumar a su vida nuevos miembros a los que se sienten leales y nuevas convicciones que les otorgan una identidad.

El nacimiento de las neuronas es cuatro o cinco veces mayor que en el adulto.

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A esto se le conoce como neurogénesis y antes se creía que eso era imposible. Se pensaba que cuando las neuronas morían ya no se podían regenerar y las nuevas investigaciones han demostrado lo contrario. La neurogénesis es posible en los adultos también. Sin embargo, el adolescente tiene una capacidad mucho mayor por la etapa de desarrollo que vive. Eso le permite maximizar su potencial si es estimulado por un entorno adecuado.

El cerebro del adolescente alcanza su madurez aproximadamente a los 26 en los varones y a los 21 en las mujeres.

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Pasado el período de madurez que comienza de atrás para adelante a lo largo de la vida de todo ser humano, se puede tener una corteza prefrontal más condensada, por lo que son edades en las que alcanza la capacidad de juicio, planeación y sobretodo logra medir los efectos y consecuencias de sus decisiones. El promedio de edad varía entre hombres y mujeres, aunque no es algo determinante.

Debido a que su cerebro social está conectado en su totalidad, cada experiencia les ayuda a generar nuevos circuitos neuronales.

Teen group
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Esto se traduce en consolidación de aprendizajes y de experiencias, por ello es tan importante permitirles fluir entre dejarlos probar un poco el camino de los retos y cuidar que no se expongan demasiado evitando que caigan en conductas de riesgo. Ahí es donde está nuestro reto como madres y padres. Lograr el equilibrio no es fácil pero tampoco es imposible con la supervisión adecuada y con los límites sanos que les proporcionan las bases del autocuidado y también la oportunidad de explorar para formar su identidad.

Las hormonas como la dopamina y la oxitocina en las mujeres y la vasopresina y la testosterona en los hombres determinan cambios importantes.

Skateboarders taking a rest in skate park
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Los procesos hormonales en las adolescentes generan cierta sensibilidad a la aprobación en las relaciones sociales. Es por ello que buscan agradar e incluso generar una imagen que les permita sentirse aceptadas. En el caso de los adolescentes varones el aumento de testosterona que incrementa la fuerza, los induce a la práctica del deporte y a un interés exacerbado por la sexualidad. En cuanto a la vasopresina, hace que en los varones la competencia y las conductas de riesgo sean los protagonistas.

Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta humanista de profesión y mamá de dos adolescentes.

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