Pensar en el esquema de familia homoparental aún es algo muy controversial. Las familias con padres del mismo sexo todavía se enfrentan a una gran cantidad de retos, incluyendo el rompimiento de prejuicios sociales y, sobre todo, la inclusión en la sociedad y que pueden ser vistas como una "familia" y ya. A pesar de los derechos que una pareja homosexual tiene de formar una familia, todavía existe el rechazo a la idea de que una familia se salga de la estructura tradicional: papá, mamá e hijos.
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Muchos estudios antropológicos y sociológios, han determinado que las familias, tanto homoparentales como heteroparentales, tienen la capacidad de educar y criar satisfactoriamente. Por lo tanto, nada tiene que ver la orientación sexual de los padres para lograr la formación de una familia saludable y funcional.
Sin embargo, y debido al impacto que aún provoca en muchos la homosexualidad, la aceptación de un nuevo modelo de familia conformado por dos padres o dos madres del mismo sexo aún resulta un insulto a la normalidad para muchos. Aquí razones por las que jamás debemos juzgar a las familias con padres del mismo sexo con el fin de lograr una sociedad más aceptable e inclusiva.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
No existen razones ni objetivas ni científicas para argumentar que una familia con padres del mismo sexo pueda dañar a su hijo.
El amor, la protección, el cobijo, el cariño y la entrega genuina no están relacionados con la orientación sexual y esto es algo que ha sido catalogado desde los roles de género. Si dos padres tienen la capacidad de proteger y amar a su hijo, lo único que le brindarán son las bases para un desarrollo emocional sano, además de que le proporcionan la seguridad necesaria en un ambiente en el que se siente nutrido sin que interfiera el hecho de ser una familia conformada por padres del mismo sexo, ni siquiera hay una evidencia científica que pruebe lo contrario, el amor no daña a nadie y una familia por ser distinta a lo tradicional tampoco.
Porque todos los seres humanos tenemos derecho a formar una familia.
Aunque suene algo reiterativo, sin importar la orientación sexual de los padres, la familia es símbolo de hogar, es símbolo de calor y del lazo que representa la unión y la lealtad. El sentido de pertenencia comienza con los lazos familiares, con el hecho de sentirse valorado, aceptado y guarecido por una familia que representa la protección incondicional. Un niño o niña puede tener una oportunidad maravillosa de crecer como alguien de bien que debido a su sano desarrollo, también contribuye saludablemente a la sociedad para el bien común.
Porque el odio a las familias homoparentales esta fundado en prejuicios y no en realidades.
La lucha por la inclusión ha sido ardua, ha tomado mucho tiempo el hacerlo una realidad. El punto es que a pesar de los derechos adquiridos, la homofobia sigue siendo uno de los prejuicios que permiten que la inclusión social se de de manera uniforme y congruente. Aún existe mucho rechazo que contamina la realización y plenitud de la experiencia familiar como algo que implique una libertad en el amplio sentido de la palabra. Aún hay mucho rechazo porque los reflectores se colocan en la exclusión y no en el beneficio que un niño amado puede obtener ni para el mismo ni para la sociedad.
Porque si nuestros hijos normalizan el matrimonio igualitario les heredamos una sociedad justa a ellos también.
La inclusión también tiene que ver con la forma en cómo educamos a nuestros hijos y sobretodo con las pautas que les damos para que aprendan a ser empáticos y justos con los demás. Nuestro mundo aún lleno de prejuicios seguirá siendo separatista en muchos sentidos mientras no inculquemos en nuestros hijos la importancia de la igualdad y la equidad en todo. El humanismo es la bandera principal con la que nuestros hijos deben ver el mundo para así crear una mejor sociedad.
Porque así ponemos en práctica el pilar de los derechos humanos basado en ser libres y dar libertad a otros.
Los prejuicios a veces pueden ser una cárcel psicológica para quienes son víctima de ellos. En el caso de las familias homoparentales quienes a veces cargan con el hecho de ser señalados por la sociedad como algo antinatural, los llena de sentimientos encontrados que pueden desencadenar culpa y además a una sensación de falta de libertad. El hecho de no sentirse con la capacidad de ser ellos mismos y de practicar este derecho a tomar decisiones como el de formar una familia, coharta la libertad interior, la libertad emocional y la libertad de ser.
Porque los prejuicios pueden recaer en los hijos de las familias homoparentales y sentirse rechazados sin razón.
Los niños de familias homoparentales pueden sentirse señalados sin comprender el porqué y por lo tanto pueden vivir confusión. Esto no sería provocado por el hecho de tener padres del mismo sexo sino por las incomprensiones sociales ante las que pueden verse enfrentados a temprana edad donde todavía no pueden entender claramente la desigualdad o las razones de la exclusión. Si queremos una sociedad justa, igualitaria, empática y solidaria debemos pensar en ellos también antes de emitir cualquier juicio.
De acuerdo a la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) la homoparentalidad no daña a nadie.
A pesar del pensamiento conservador y de todas las manifestaciones que hay en contra de la adopción de niños hecha por padres del mismo sexo, la Asociación Psiquiátrica Americana se ha pronunciado en reiteradas ocasiones para aclarar que el esquema de familia homoparental no genera daño alguno ni emocional ni psicológico a los niños que se crían dentro de este modelo. Esta asociación que es considerada un pilar de la salud mental, ha reafirmado que los grandes mitos deben ser descartados y entre ellos está el hecho de que se piensa equivocadamente que los hijos de familias homoparentales tendrán confusión en su identidad sexual ya que eso no es real.
Porque una familia con valores siempre hará una mejor sociedad, sin importar que sea homoparental.
Si aprendemos y también le enseñamos a nuestros hijos a enfocarse en los valores y no en "lo considerado anormal", estamos guiándolos por el camino de la objetividad. Poner los reflectores en lo verdaderamente importante para el bien común y para el sano desarrollo de un niño, es parte de soltar los mitos y prejuicios que rodean esta controversia. Recordemos que en la medida que normalizamos situaciones de la vida y aprendemos a verlas libre de todo juicio, nuestros hijos aprenderán a hacerlo de la misma forma.
Porque hoy en día es importante enseñar a nuestros hijos a enfocarse en la naturaleza social y no sexual del ser humano.
El cambio de enfoque es necesario debido a que catalogar a la familia en función solo de la sexualidad, le quita la importancia al bien social que representa. Como te lo mencioné con anterioridad, cuando medimos los beneficios y ventajas que una familia como símbolo puede traer a un niño que es parte de la familia homoparental, encontraremos que la protección y la seguridad imperan sobre la sexualidad y los roles de género. La aceptación se enseña con la convicción, con el ejemplo y con la práctica de la inclusión.
Porque los lazos afectivos de una familia no necesariamente tienen que ser biológicos.
Se ha comprobado que los lazos afectivos pueden ser muy fuertes a pesar de que no haya un parentesco marcado por la biología. De esto depende la forma en cómo se crie al niño en la familia homoparental ya que la calidad de relación y entrega del amor no están relacionados necesariamente con la biología. Es un proceso de integración que va más allá de las leyes de la naturaleza biológica.
No puedes validar una creencia de “está mal” solo porque así te lo transmitió tu cultura, ya no estamos en los tiempos de la inquisición.
La discriminación, el machismo y la homofobia son conductas que se dan por repetición cultural. Son creencias que jamás son cuestionadas con verdadera objetividad y que por lo tanto anulan por completo los derechos humanos. Cuando tu te permites a ti misma anestesiar tu criterio , cuando no filtras la información aprendida y cuando no cuestionas las transmisiones educativas que generan separatividad, estás actuando desde el piloto automático y no estás utilizando tu pensamiento crítico. Algo fundamental a enseñar también a nuestros hijos quienes deben cuestionar todo lo establecido.
Porque la falsa idea de que los hijos de familias homoparentales tienen más probabilidad de sufrir bullying es sólo un mito.
El bullying practicado en niños de padres tanto heterosexuales como homosexuales es producto de la falta de valores y la falta de empatía social. Algo que los mismos padres debemos inculcar a nuestros hijos como una forma de crear una sociedad mucho más igualitaria pero sobretodo mucho más humana y fraterna. La aceptación es fundamental para evitar todo prejuicio, la comprensión y la inclusión basada en ello también. Si tú eres tolerante con la diversidad, tus hijos también lo serán.
Porque debemos romper el mito de que tener dos padres o dos madres los hará homosexuales, es una idea absurda y sin fundamento.
Claramente es una creencia basada en un prejuicio y que además no tiene ningún tipo de sustento o fundamento que le de soporte. Existen muchos estudios que demuestran que los niños criados en este tipo de familias, la homosexualidad se da con la misma frecuencia que en hijos que son criados en familias de padres heterosexuales. Por lo tanto, el tipo de familia no es un factor determinante en su orientación sexual.
Porque pensar que tendrán problemas psicológicos es parte de una falsa creencia social difundida sin razón.
La exclusión comienza con los estigmas y pensamientos como: “Pobre niño, qué futuro le espera”, o "Pienso en lo mucho que sufrirá”, vienen de una total desinformación y suposiciones que colocan a las familias homoparentales con una equiqueta de disfuncional sin ningún argumento sólido o válido para ello. Muchos estudios con adultos jóvenes criados por familias homoparentales desmienten todo esto.
Porque abrirte a nuevas ideas y ser más flexible ante los cambios sociales hará de éste mundo, un mundo mejor.
Más allá de creencias culturales, o prejuicios, inculca a tus hijos valores como la tolerancia y el respeto, el mundo está lleno de odio, rencor, resentimiento e incluso se han sucitado muchas guerras debido a las falsas creencias que han imperado a lo largo de la historia. Ser parte del cambio es algo fundamental para crear una flexibilidad mental que contribuya a la inclusión , a la igualdad y al humanismo.
Escucha por qué se deben eliminar los prejuicios contra las familias homoparentales en nuestro podcast.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.