Un bebé deseado trae muchísima esperanza y alegría, y todas las mamás lo sabemos porque cambia enormemente tu sentido de vida y tu corazón. Estoy casi segura que desde el momento en el que tu prueba de embarazo salió positiva, te llenaste de emoción y brincaste de dicha. Es más, quizá hasta imaginaste como será tu bebé cuando nazca y lo lindo que decorarás su habitación. Para que esta ilusión permanezca sin contratiempos, lo mejor es que en cada momento hagas todo lo que está en tus manos para que las cosas vayan marchando bien durante cada etapa de tu embarazo.
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Y aunque estar embarazada de ninguna manera te convierte en una mujer convaleciente, es un hecho que debes cuidarte porque en la medida que lo haces, sabes que también estás haciéndole un bien a tu bebé, ya que de tus cuidados depende su sano desarrollo dentro de tu pancita. Pero recuerda que no se trata de que te preocupes sino más bien de que te ocupes ya que uno de los puntos principales es que estés lo más relajada posible para que tu estrés no afecte a tu bebé.
Con el único afán de que tomes precauciones, comparto lo que "no debes" hacer durante tu embarazo y además te agrego unos consejitos que estoy segura que te serán de mucha utilidad para que lo pases cómoda y tranquila y sobre todo lo más saludable posible. Claro, siempre y cuando sea respaldado y autorizado por tu médico de cabecera para que lo lleves a cabo. ¿Lista? Pues, pon atención y toma nota.
Evita en lo posible los alimentos crudos para que no te expongas a parásitos o bacterias.
El problema con los alimentos crudos como el pescado o salmón crudo, carnes crudas, lácteos no pasteurizados, entre otros, es que podrían poner en riesgo la salud de tu bebé. Algunos parásitos son muy nocivos y podrían provocarle efectos terribles como daño cerebral.
Consejo: Elimina los parásitos y las bacterias de los alimentos crudos congelándolos o cocinándolos a altas temperaturas.
Lo mejor es que congeles tu comida 72 horas antes de consumirla y de preferencia a menos de 20 grados centígrados. Otra forma segura es que la cocines durante 10 minutos a una alta temperatura, claro, sin que se queme.
Aunque tengas un terrible estreñimiento, no uses laxantes a menos de que te los prescriba tu médico.
El estreñimiento es uno de los síntomas más frecuentes en el embarazo y por ello podrías llegar a desesperarte y por lo tanto querer acudir a un remedio que lo solucione. No te automediques, en este caso es sumamente importante que tu médico te indique cuál laxante es el indicado.
Consejo: Lleva una dieta rica en fibra, hidrátate y haz ejercicio permitido y moderado.
Te aseguro que los alimentos con fibra, te serán de gran ayuda para combatir el estreñimiento. Y si mantienes tu cuerpo hidratado y en movimiento, te olvidarás del estreñimiento. Cuida tu alimentación y notarás los resultados.
No uses tacones durante tu embarazo, hay muchos motivos por los que no lo debes hacer.
Además de que es peligroso por las caídas a las que te expones, corres el riesgo de lastimar tu pie y el tobillo porque puedes sufrir tensiones en el ligamento. También aumentan el peligro de formación de coágulos y los tacones afectan terriblemente tu equilibrio.
Consejo: No te confíes, mejor utiliza zapatos de horma ancha y un tacón no menos bajo de 2cm.
Aunque sientas que pierdes el glamour, recuerda que tu seguridad y la salud de tu bebé deben ir por delante. Además, hay modelos de zapatos muy lindos que, si sabes escoger, te quedarán para toda ocasión.
Prohibido rotundamente estar en contacto con niños que padezcan rubéola o varicela.
Estos virus son terribles y muy peligrosos para tu bebé sobre todo en el primer trimestre de tu embarazo. Efectos como pérdida de la visión, pérdida de la audición, retardo y patologías cardiacas son causados por la rubeola.
Consejo: Evita visitar hospitales, centros de salud o cualquier lugar donde estés expuesta a virus y bacterias.
No es que tengas que encerrarte o meterte en una burbuja, pero sobre todo durante el primer trimestre de tu embarazo, lo mejor es que evites lugares de riesgo como los hospitales donde por más higiene que haya, no dejan de ser zonas de posible contaminación.
Prohibido el ciclismo, deportes de contacto, running y deportes de raqueta.
Aunque tu embarazo no sea de alto riesgo, en muchos de estos deportes pones en juego tu equilibrio y por lo tanto una caída sería fatal. En otros, corres el riesgo de un mal golpe y por lo tanto de una lesión que pueda afectar tu embarazo.
Consejo: Practica actividades recomendadas para el embarazo como yoga, caminata, natación.
Cualquier tipo de ejercicio debe ser totalmente autorizado por tu médico, en este caso él te dará algunas sugerencias o te pedirá total reposo. Todo depende del estado de tu embarazo. Si te autoriza, puedes practicar ejercicio ligero, que es muy necesario para mantener un peso saludable
Prohibida la exposición a rayos X durante tu embarazo, así evitarás todo riesgo de malformación.
Las radiaciones son terribles para tu bebé y más durante las primeras semanas de gestación. El gran problema está en que puede provocar muerte celular y alteraciones cromosómicas que pueden llevar a la mal formación. Solo en casos muy necesarios, los médicos te indicarán que hacer, de lo contrario, mejor evítalo.
Consejo: Evita malformaciones tomando ácido fólico y consume 2 tortillas al día.
Los médicos expertos la aconsejan por su alto contenido en fibra, proteína, calcio y principalmente ácido fólico que es sumamente necesario para prevenir las malformaciones de la espina bífida de tu bebé.
De preferencia evita totalmente el café o ten una ingesta moderada.
No hay una cantidad de cafeína segura para el embarazo, es por ello que lo mejor es que limites su consumo. Quizá se te antoje mucho, pero te cuento que la cafeína llega al líquido amniótico y a la sangre de tu bebé y lo expondrás a sus efectos. Además, la cafeína también afecta la absorción de hierro indispensable para tu embarazo.
Consejo: Si te es difícil dejar el café, prueba con descafeinado o con café orgánico no contraindicado.
Antes de hacerlo, consulta con tu médico esta opción. Lo importante es que disminuyas en la medida de lo posible los efectos nocivos que la cafeína podría provocarle a tu bebé. Prueba con descafeinado, pero ve reduciendo la ingesta de más a menos conforme pase el tiempo. Aunque lo ideal es que no lo bebas.
No consumas edulcorantes artificiales porque podrían provocar que tu bebé tenga más peso.
Un estudio afirma que los bebés corren riesgo de sobrepeso debido a la ingesta de edulcorantes de la madre durante su embarazo. Además de que la sacarina está relacionada con el cáncer de vejiga.
Consejo: Usa endulzantes naturales como la miel de agave o la Stevia deshidratada y frutas de temporada.
Entre menos azúcar procesada, mejor para ti y para tu bebé. El gran aporte calórico que puede recibir tu organismo, lleva la azúcar a la sangre, propiciando la obesidad y la diabetes. Mejor prueba con otras alternativas más saludables.
Evita totalmente los aerosoles para insectos, prohibidos los insecticidas, pesticidas y repelentes.
El peligro se corre cuando te expones mucho a ellos. Sin embargo, lo mejor es que no los uses ni estés cerca. Los componentes químicos pueden ser muy agresivos para tu embarazo. De preferencia no estés en contacto directo.
Consejo: Cierra ventanas, usa guantes en tu jardín y mantente lo más alejada posible de la zona de pesticida.
Si la zona donde vives, requiere el uso de insecticidas o pesticidas, ten las precauciones necesarias que te puedan blindar totalmente. El uso de equipo como guantes o cubre boca, son indispensables para evitar un contacto directo.
Prohibido creer en los mitos tradicionales y extraños sobre el embarazo, estos solo te predisponen.
Los mitos tradicionales como que si la forma de tu barriga indica si es niño o niña, o que ser madrina de bautizo es de mala suerte para tu bebé, o que, si tienes agruras es porque tu bebé va a tener mucho pelo, no son ciertos ni aceptados por los médicos.
Consejo: Lo mejor es que siempre consultes a tu médico ante cualquier duda o inquietud.
En este caso tu mejor consejero será tu doctor. Evita llevar a cabo remedios caseros provenientes de consejos tradicionales. Cada embarazo es diferente y si no conoces los riesgos del tuyo, tomas hierbas o tés, podrían perjudicar tu embarazo, aunque tu intención haya sido la mejor.