Ahora que soy mamá de dos hermosas, inteligentes y creativas niñas he aprendido a apreciar y valorar más a mi mamá y abuela. Ahora entiendo las cosas que las dos solían decirme y que antes me molestaban. Lo comprendo porque hoy me comporto de la misma manera con mis dos hijas. Esos pequeños gestos, dichos, comentarios y sugerencias que me hacían con cariño, yo las interpretaba como quejas y críticas al igual que mis hijas lo hacen ahora conmigo. He aprendido a apreciar la sabiduría de sus palabras. Estoy segura que tienes tu propia lista, pero aquí te voy a compartir las cosas más importantes que aprendí de mi mamá.
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1. No tengas miedo de admitir tus errores ni pedir disculpas.
2. Comparte tus miedos, inquietudes y dudas, todos los tenemos.
3. Hay un momento específico para la diversión.
4. La opinión de los amigos no es tan importante al menos de que sepas que van a estar en tu vida para siempre.
5. Aprende a decir NO.
6. Valora el tiempo que disfrutas con la familia porque es un regalo.
7. De la única forma que los otros van a respetarte es exigiendo respeto.
8. No dependas de otra persona para sentirte feliz. Aprende a sentir la felicidad en los pequeños momentos.
9. Escucha a tu cuerpo porque nunca miente.
10. No hagas nada que no quieras que tus padres vean para impresionar a los extraños.
11. Es bueno aprender lecciones de los errores pero no de errores con consecuencias que sean irreparables.
12. No tomes riesgos porque con la vida no se juega.
13. Nunca digas ni hagas algo de lo que te puedes arrepentir por el resto de tu vida. (Hoy en día me refiero al internet cuando comparto esta frase con mis hijas.)
14. No pongas tu bienestar en las manos de otras personas.
15. Más vale dolor de brazo que de corazón. Se los digo a mis hijas si tengo que hacer algo con lo cual ellas no están de acuerdo.
16. La tranquilidad emocional es lo más importante.
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