El reciente brote de sarampión que ha venido en aumento y afectando a varios estados ha creado una especie de alarma entre los padres a quienes el mismo presidente Barack Obama les ha pedido que por favor vacunen a sus hijos, para así evitar un contagio masivo. El presidente aseguró que las vacunas son la mejor forma de contrarestar una epidemia y animó a los padres a que lleven a sus hijos a vacunar si aún no lo han hecho. Muchos creen algunas mentiras han oído acerca de las vacunas y los efectos de vacunar a sus hijos. Estos son algunos mitos y las realidades sobre las vacunas. ¡No creas todo lo que escuchas!
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1. Causan autismo: Éste ha sido el mito más común con respecto a la vacuna debido a una investigación realizada en 1998 por el doctor Andrew Wakefield quien relacionó el autismo con las vacunas para el sarampión. Por esto se creó un movimiento en contra de esta vacuna. Pero luego se descubrió que Wakefield había sido pagado para escribir el estudio por una firma de abogados y así poder demandar a los fabricantes de la vacuna. En el 2010 se descubrió que el British Medical Journal alteró las historias médicas de los pacientes que participaron en el estudio.
2. Contienen veneno: La otra creencia es que las vacunas están elaboradas con mercurio lo que envenena a los niños y les causa autismo; pero lo cierto es que la Food and Drug Administration (FDA) dejó de emitir licencias en el 2001 para el uso de mercurio en las medicinas. Según estudios de la FDA, no existe prueba de que causen autismo.
3. Son para hacer dinero: Muchos piensan que las vacunas han sido creadas para que los fabricantes hagan dinero o negocio con ellas. Lo cierto es que un estudio del 2009 demostró que la tercera parte de los doctores pierden dinero cuando ofrecen las vacunas. Algunas compañías aseguradoras pagan el costo de la vacuna para evitar pagar más dinero adelante, cuando el paciente se enferme.
4. Contienen muchos antígenos: El mito es que los niños están recibiendo más vacunas de lo que deberían, lo que estaría llenando su cuerpo de antígenos. Esta es una sustancia extraña que provoca que el sistema inmunológico produzca anticuerpos contra sí mismo, lo que causaría resistencia en el cuerpo. Lo cierto es que aunque hay más vacunas en la actualidad, los pacientes reciben menos cantidades de antígenos de lo que recibían hace 30 años. Según CNN, en 1980 la gente recibía cerca de 30 mil antígenos en total, mientras que hoy reciben 150.
5. Las enfermedades que previenen se han extinguido: La creencia es que es mejor evitar las vacunas porque los niños no las necesitan hoy en día, que porque las enfermedades que ayudan a prevenir ya se han extinguido y si el el niño adquiere una, no se le va a desarrollar. Lo cierto es que un grupo de niños sin vacunas contra el sarampión fueron a Disneyland y contagiaron a los otros que no estaban vacunados. Así pueden volver a ser epidemias estas enfermedades que hace años no se veían.
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