Mamás, siéntanse afortunadas de que no viven en otro siglo en donde los remedios caseros con animales y cosas extrañas era lo único que existía para prevenir embarazos. Las prácticas médicas antiguas dan miedo y parecen salidas de una película de horrores. En esta galería te vamos a mostrar los métodos anticonceptivos que se usaban antes y cuando los mires vas a reír, llorar y hasta vomitar.
Lee más en ¿Qué Más?: Cómo inducir el parto naturalmente
Definitivamente lo mejor de la tecnología tiene que ver con los avances de la ciencia y la medicina. Afortunadamente no vivimos en esa época y ahora hay pastillas, parches y dispositivos que se pueden instalar para ayudarnos a disfrutar del sexo sin preocuparnos de quedar embarazadas. ¡Mira para que veas!
Imagen vía Thinkstock
Excremento de cocodrilo
Los egipcios creían que el excremento de cocodrilo revuelto con un poco de miel era perfecto para prevenir que una mujer saliera embarazada. Lo único que tenía que hacer era poner el menjurje dentro de la vagina para evitar que los espermatozoides entraran.
Vinagre para limpiar el semen
Los romanos y los griegos estaban convencidos que para limpiar el semen del útero de la mujer lo único que se tenía que hacer era lavar la vagina con vinagre. Baños con vinagre eran perfectos para evitar que el semen llegara a su punto de destino y crearan un bebé. ¿Qué tal? Después de que hicieron el acto, obviamente.
Jugo de cebolla
En Francia el jugo de una cebolla (sin agua) en ayunas era lo que las mujeres tomaban para no quedar embarazadas. El problema era que les daba muy mal olor en la boca y hasta se le caían los dientes por la acidez de la cebolla.
Supositorios para la vagina
Según la leyenda el famoso Casanova inventó este método. Según él si una mujer no quería quedar embarazada lo único que tenía que hacer era exprimir el jugo de un limón dentro de la vagina. También podía meter una tapa de limón allí adentro para cerrar cuello uterino. ¡Me imagino que le encantaban los limones!
Intestinos de cerdo
Los intestinos de cerdo fueron los primeros condones en Europa. ¡Lo peor de todo era que eran reusables! Para conservar su textura y su función lo único que había que hacer era empaparlos en leche una vez a la semana.
Testículos de castor
Una bebida a base de testículos de castor y alcohol era ideal para prevenir que una mujer saliera embarazada durante la edad media. Esta bebida también funcionaba en los hombres si no querían tener hijos.
Pateadas en el trasero
En Grecia los médicos de la época estaban convencidos que si una mujer no quería quedar embarazada debía de estornudar después de tener relaciones sexuales. Si eso no les servía, entonces la tenían que patear por el trasero hasta que se les saliera la semilla.
Un dedal
En toda Europa durante el siglo XVII las mujeres se metían un dedal allí adentro para no quedar embarazadas. Según ellas, el dedal funcionaba como el diafragma de hoy en día y prevenía que el esperma llegara a los óvulos.