Cómo lidiar con un niño rebelde y lograr que se comporte mejor

Los niños tienen una manera muy particular de manifestar su infelicidad. Dar malas contestas, no prestar atención cuando le hablamos y desatender sus deberes escolares, son algunas de las conductas más frecuentes. Si uno de tus hijos se ha convertido en un niño terrible, que te está sacando 'canas verdes', estás frente a un pequeño monstruo llamado 'niño rebelde'. Y como madres, andamos atareadas con tantos asuntos, que si encima el niño por todo forma un problema, y lo primero que hacemos es pegarle cuatro gritos -que por lo general no sirven de mucho-, frente a un asunto, que casi siempre, tiene razones de peso, razones que están haciendo que tu hijo se sienta terrible. ¿Qué hacer con mi hijo rebelde? Sigue leyendo te daré unos consejos claves para solucionarlo. 

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La rebeldía de tu hijo se acabará cuando él vuelva a sentirse bien, así lo asegura el sitio 'iMujer' al abordar este tema.

Los especialistas en conducta dicen que cuando un niño se muestra rebelde y respondón esconde detrás de esa conducta un malestar profundo. Por lo general se trata de algún cambio que se ha producido en el entorno familiar y que le causa intranquilidad, infelicidad o inseguridad.

Lo más importante, que tenemos que tener en cuenta, es que un niño rebelde, en realidad es un niño que está sufriendo por algo.

Lo primero que necesitamos hacer es averiguar cuál es el motivo de su inconformidad. Que es ese 'algo' que lo está lastimando. Debemos 'acercarnos' al niño de la mejor manera posible. Y lograr que tenga la confianza de contarnos qué le ocurre.

Muchas veces, nosotras sabemos la respuesta: a lo mejor el niño está celoso porque nació un hermanito o tal vez hay algo en el entorno familiar que le esté perturbando.

Y una vez identificado el problema, intentemos hallar una solución. Cuando el niño se siente inseguro por algo, la palabra positiva, esperanzadora y constructiva sobre el futuro, siempre será tranquilizadora.

Si hay un problema familiar, nunca debemos mostrarnos estresadas o debilitadas, al menos no frente al niño, porque nosotras somos su referencia, y su fortaleza. Debemos actuar con 'inteligencia emocional' esto quiere decir, tratar de 'ponernos' en los zapatos del niño o niña, para entenderlo mejor. Y siempre buscar una solución al problema. Evitarlo, o hacer como si no pasara nada solamente agravará su rebeldía y su inconformidad.

Muchas veces el niño está tratando de llamar la atención, porque se siente 'desatendido', en ese caso, revisa, si le estás dedicando tiempo de 'calidad'. A lo mejor siente que tiene demasiadas responsabilidades y que 'nadie lo ayuda'.

Recuerda, la rebeldía es una consecuencia, encontrar la causa, será la clave para hacer que tu hijo vuelva a ser un niño feliz.

Imagen vía Thinkstock