Que nuestro hijo pudiera ir a la universidad fue un proyecto de familia. De hecho, solo lo logran, los que tienen respaldo familiar y éste no sólo se refiere a apoyo financiero, sino también al inestimable apoyo afectivo. Recuerdo que desde que mi hijo, entró al décimo grado, no se hablaba de otra cosa, más que del "Plan para ir a la Universidad". ¿Y en qué consiste ese "Plan"? Sencillamente en enfocarse en el objetivo familiar de que el muchacho entre al College o la Universidad a estudiar la carrera que le apasione.
Yo aprendí varias lecciones, mientras preparábamos a nuestro hijo. Quiero compartirlas contigo, porque tal vez te puedan servir de ayuda.
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1. Déjalo que escoja su carrera. Muchas veces queremos que nuestro hijo sea lo que nosotros no pudimos ser. ¡Es un error muy común entre nosotros los latinos! Tengo un amigo que se graduó de abogado para complacer a los padres, y ¿qué hizo luego? Guardó el título y se dedicó a la música. Ayúdalo a encontrar su verdadera vocación. Hazle ver los pros y contras de cada carrera … y déjalo que él tome su propia decisión.
2. No tengas miedo de las distancias. Como familia, cuando estudien los posibles colleges o universidades, incluyan también las que estén ubicadas en cualquier estado del país. No tenga miedo de las distancias. Puede ser que tú vivas en Miami, pero tal vez la institución donde le ofrecen un mejor financiamiento queda en Houston o Nueva York. ¡Uno nunca sabe! Hay que aplicar al mayor número de instituciones como se pueda. Y además, vivir fuera de casa, los ayuda a hacerse "adultos" y más independientes.
3. Nunca digas esto: "¡No tenemos dinero para pagar tu universidad!" Cuando me enteré cuánto costaba cada año académico en un college o universidad cruzó por mi mente esa horrible frase. ¡Gracias a Dios nunca la dije! Y a medida que nos fuimos informando de las posibilidades de aplicar para becas y préstamos, el estrés nos fue bajando. El préstamo promedio de un estudiante de grado actualmente es de alrededor de $20,000.
4. No es preciso que estudie una carrera de cuatro años. Si bien es cierto que con una carrera de cuatro años, tendrá un mejor ingreso. No es menos cierto que ciertas carreras de dos años tienen muy buenas posibilidades laborales. Además, puede estudiar una corta, y luego continuar estudiando. Alrededor del 60 por ciento de los estudiantes que asisten a instituciones públicas de educación superior de cuatro años pagan menos de $6,000 anuales por matrícula. Un 44 por ciento de todos los estudiantes asisten a instituciones de educación superior de dos años.
5. Mantén el contacto con tu hijo. Aun cuando se haya "ido" a vivir a otro estado, tú (sus padres) siempre serán su mejor apoyo, lo que le ayudará a tener confianza en que sí podrá lograr su meta. No lo veas como una tragedia, ve siempre las cosas en positivo, ahora tendrás más tiempo para tus propios planes. En la vida todo cambia. ¡Suerte!
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