Chad Doss, de 31 años, se había practicado una vasectomía hace un buen tiempo. Tenía sus hijos y pensó que ni volvería a procrear. Lo que no sabía era que el destino tenía otro plan. En 2011, Chad se casó con su segunda esposa, Amanda Doss, una mujer que según él mismo cuenta quiere a sus hijos como propios, pero que al igual que cualquiera de nosotras anhelaba traer el mundo a quien fuera sangre de su sangre y carne de su carne. Por eso, hace un par de años Chad resolvió darle a su esposa el mejor regalo de su vida.
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Como lo oyes amiga: Chad se sometió a una operación para que le reversaran la vasectomía, de manera de que la familia pudiera crecer un poco. Pero no te imaginas el MILAGRO que ocurrió. Sigue leyendo porque de verdad la historia de este hombre es ¡in-cre-í-ble!
Al año siguiente de que Chad pudo ser fértil otra vez, la pareja recibió la noticia: Amanda estaba embarazada. Ella cuenta que no cabían de la felicidad con la noticia y que esa felicidad se multiplicó por tres cuando el médico les dijo que estaban esperando no uno, sino ¡tres bebés! Tras los ultrasonidos y exámenes de rigor, los médicos les confirmaron que las bebés serían ¡tres niñas!
Pero espérate que ahí no termina la cosa. El 30 de diciembre de 2013 nacieron Avery, Bentley y Cassidy Doss y adivina qué: las trillizas son ¡idénticas! Esto, para el que no sabe, parece cosa sencilla, pero lo cierto es que se trata de un caso rarísimo.
Según el Dr. Charles Coddington, la probabilidad de que se conciban naturalmente trillizos idénticos es de ¡una en un millón! Porque una cosa son las fertilizaciones asistidas y que te implanten varios embriones en el útero para ver si "pegan". Pero lo de los Doss fue todo natural ¿Te imaginas lo afortunados que son estos esposos? Y que esto haya ocurrido después de que Chad no pudiera procrear por la vasectomía.
Avery, Bentley and Cassidy nacieron en Hospital St. Vincent de Indianapolis, cuando Amanda tenía 31 semanas de gestación y aunque las bebitas todavía estan en unidad de cuidados intensivos neonatales hasta que alcancen la talla y el peso requerido, todo es felicidad para los esposos Doss.
Imagen vía Thinkstock
