Cuando mi hija cumplió 2 añitos, su pediatra me dijo que era mejor si comenzaba a darle leche descremada en vez de leche entera. Aunque me explicó que la leche entera contiene demasiada grasa y que la leche descremada ayuda a prevenir la obesidad infantil, yo no le hice caso y mis dos hijos siguen tomando leche entera a pesar de tener 3 y 6 años.
Ahora una nueva investigación ha encontrado que los niños que toman leche entera aumentan menos libras que los que toman leche descremada. ¿La razón?
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La leche entera los llena más que la leche descremada por lo que terminan comiendo menos. Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia encontraron que los niños de 2 años que por lo general tomaban leche descremada o baja en grasa eran 57 por ciento más propensos a tener sobrepeso al cumplir 4 años.
La verdad es que a mí siempre me pareció una locura darle leche descremada a un niño de 2 años, ya que si la has probabado sabes que sabe a agua blanca. Entiendo perfectamente bien la necesidad de eliminar alimentos que puedan ser dañinos para la salud de nuestros hijos, pero hay otras maneras de evitar la obesidad infantil que no incluyen quitarles la leche entera.
Mis hijos, por ejemplo, casi no ven televisión y juegan mucho afuera siempre y cuando el clima lo permite. Además trato de alimentarlos con la dieta más balanceada posible. Creo que en vez de eliminar la leche entera, hay que eliminar la comida chatarra, las gaseosas y los jugos llenos de azucar.
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