A mi la cifra me parece abismal. Especialmente cuando se añade la otra cifra que dice que uno de cada ocho adolescentes ha tenido pensamientos suicidas. Esto según los resultados de un importante estudio de la Universidad de Harvard que incluyó entrevistas con casi 6 mil 500 adolescentes y sus padres. Los investigadores descubrieron que casi todos los adolescentes que habían tenido pensamientos suicidas o habían intentado suicidarse tenían algún tipo de trastorno mental. Estos incluyen depresión, trastorno bipolar o problemas por el abuso de alcohol o drogas.
El estudio fue publicado en la revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés) y es preocupante porque de por sí, el suicidio es la tercera causa de muerte de jóvenes entre 10 y 24 años en este país.
Lo más alarmante del caso es que muchos de los muchachos que han intentado quitarse la vida o han pensado hacerlo lo ha hecho mientras que estaban bajo tratamiento. Aunque es bueno que hayan estado recibiendo tratamiento, pareciera que estos resultados indican que el tratamiento no es suficientemente eficaz.
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Como madre de dos niños que todavía están muy chiquitos para que nos tengamos que preocupar de estos temas, debo admitir que aun así me alarma la predominio de este problema entre los adolescentes. La verdad no sé ni cómo voy a abordar el tema cuando llegue el momento y sé que me partiría el alma ver a uno de mis hijos deprimidos al punto que les pase por la mente quitarse la vida.
Lo que sí sé es que es un tema que no se debe ignorar y que lo más importante es estar totalmente alertas y abiertos a cualquier posibilidad. Ojalá que para cuando mis hijos lleguen a la adolescencia, cada vez menos muchachos piensen que la única solución a sus problemas es quitarse la vida.
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