Ya sé, suena totalmente contraproducente, pero un reciente estudio dice que es la verdad. Si tu bebé se despierta en medio de la noche y tú corres a su lado para ver qué pasa, no le estás permitiendo que aprenda a consolarse solito y vuelva a quedarse dormido. La idea es que dejes que aprenda a quedarse dormido de nuevo y que así pronto todos puedan dormir tranquilos la noche entera.
Claro que la realidad es muy diferente ya que lo último que los padres queremos es que nuestros bebés lloren sin consuelo. Esto es especialmente cierto para las madres primerizas.
En lo que a mis hijos se refiere, yo no necesité ningún estudio que me dijera que tenía que dejar que aprendieran a quedarse dormidos solitos ya que mi instinto me dijo que si no lo hacía, terminaríamos todos muertos de cansancio.
Por eso es que al cumplir los 4 meses, pasé a mis hijos a su cuna en su propio cuarto y los entrené para que aprendieran a consolarse solitos. En otras palabras, fui entrando de manera menos seguida a su cuarto si se despertaban en medio de la noche llorando hasta que después de unos 3 ó 4 días muy difíciles, eso fue exactamente lo que ambos aprendieron a hacer.
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Mucha gente dice que todavía estaban muy chiquitos para que yo hiciera eso, pero yo me fui con lo que mi instinto maternal me decía era lo correcto. Jamás dejé que ninguno de los dos estuviesen en peligro y siempre me aseguré de que no estuviesen llorando por algo que realmente necesitaba de mi atención y no sólo porque tenían sueño y no se podían quedar dormidos otra vez.
A mí me funcionó a las mil maravillas y mis hijos duermen toda la noche sin problema alguno desde que tienen 6 meses. Pero entiendo bien que para muchas madres esto es una imposibilidad. Intenta mi método, y nos dejas saber si a ti te funciona también.
Imagen vía seanabrady/flickr
