6 modales que debes enseñarle a tus hijos

No hay cosa que me moleste más que un niño sin modales. Tristemente, parece que muchos otros padres no piensan lo mismo ya que cada vez siento que conozco a más niños malcriados. No es que mis hijos sean perfectos o tengan los mejores modales del mundo, pero me esmero en enseñarles como comportarse en público y como actuar de una manera civilizada a diario.

Además de lo más obvio–como lo son saludar cuando te saludan, decir gracias y por favor–aquí te comparto otros 6 modales que todos los niños deben aprender en casa:

  1. A los adultos no se les interrumpe cuando están conversando salvo cuando es una emergencia. Este es un modal que definitivamente ya no se enseña. En el afán de ser las mejores madres del mundo, pareciera que las mujeres nos hemos olvidado de enseñarle a nuestros hijos que sólo porque ellos hablan, no significa que tenemos que dejar lo que estamos haciendo para atenderlos.

  2. No hablar mal de otros o criticar (en voz alta). Digo, lo ideal es que aprendan a no criticar nunca, pero eso es imposible. Así que por lo menos que aprendan a no decir cosas feas de otras personas y a no burlarse de otros porque se ven diferentes.

  3. Tocar si la puerta está cerrada. Parece una tontería, pero existe una razón por la cual alguien cierra una puerta. Tal vez no quiere ser interrumpido o está haciendo algo que prefiere hacer en privado. No sé, pero el hecho es que los niños deben aprender que significa una puerta cerrada y que no deben abrirla sin antes tocar.

  4. Taparse la boca al toser o estornudar. Esto es algo que les he enseñado a mis hijos desde chiquititos. No solamente es asqueroso que no lo hagan, pero es una excelente manera de contagiar a otros si estás enfermo.

  5. No hablar con la boca llena. Otro de los modales que le he inculcado a mis hijos desde el principio. Mi hija se aprendió tan bien la lección, que ahora es ella quien le dice a su hermanito que no hable con la comida en la boca cuando a él se le ocurre hacerlo.

  6. No decir malas palabras. Aunque yo uso malas palabras, desde que me convertí en mamá me he tratado de asegurar de no decirlas frente a mis hijos. Algunos piensan que es chistoso escuchar a un pequeño decir una grosería, pero yo pienso que es de muy mal gusto.

Imagen vía Bruce Tuten/flickr